domingo, 21 de marzo de 2010

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LINGÜÍSTICA PREHISPÁNICA DEL DEPARTAMENTO DE PIURA
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UN ESTUDIO ARQUEOLINGUISTICO
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elaborado por

RUDY MENDOZA PALACIOS
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A

DANIELA MERCEDES
DANA LUCIA
MARIA ALEJANDRA

Por enseñarme que la felicidad se logra con una simple palabra:
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¡Te quiero mucho papá!

AGRADECIMIENTOS

AGRADECIMIENTOS

La presente investigación se funda en los aportes y la motivación que propiciaron que el suscrito asuma el reto de estudiar el pasado lingüístico prehispánico de la región piurana allá en las aulas de la Facultad de Educación en la Universidad Nacional de Piura

José Bernal García (+)
Maestro, si ti difícilmente me hubiese aventurado a la tarea de investigar y comprender que todos los días aprendemos algo nuevo.

Juan Antón y Galán (+)
Los consejos y las revisiones críticas del maestro al calor de un café o las charlas en su oficina alentaban la configuración del estudio de las lenguas del litoral Piurano.

Manuel Alayo Méndez
En el recuerdo la cátedra que dictaba, donde entre artículos, sintagmas, morfemas y lexemas, aprendí lo importante que es conocer el habla, la lengua y el idioma

Sabino Arroyo Aguilar
Por su motivación en el estudio y valoración del quechua como idioma pan peruano y la cátedra de arqueología que de manera pionera dictó en las aulas de Educación de la Universidad Nacional de Piura.

Abel Amancio Martínez
Por su apoyo en la comprensión del quechua, sus correcciones y consejos orientaron la labor del estudio toponímico quechua en la región.

A los pueblos de
Ayabaca, Huancabamba, Morropon, Catacaos, Colán, Sullana, Paita, Talara y Sechura
Cuya población plena de su espíritu ancestral , colaboraron en la recopilación de los vocablos andinos que dan forma al presente estudio y me enseñaron sobre los antiguos, los gentiles y las huacas de este territorio

PRESENTACION

El presente documento surge de la problemática existente en la historiografía regional y nacional en lo que al conocimiento lingüístico prehispánico se refiere. Tiende a procurar esclarecer en cierto modo, algunas interrogantes que oscurecen nuestro pasado.

La división del estudio en dos ecosistemas : costa y sierra, obedece más que a un método, a una forma didáctica de comprensión de los resultados.

La particularidad y quizá, limitación que sufre nuestro estudio es el hecho que en primer lugar no existen hablantes de los dialectos hablados en tiempos prehispánicos y porque no existen demasiados registros de los dialectos piuranos y para la sierra , el conocimiento dialectos pre inca y prehispánico es nulo.

Con todo ello creemos que la información aquí reportada constituirá la base para el entendimiento del pasado lingüístico regional y nacional.mas allá de plantear conclusiones definitivas, lo que se pretende es aportar algunos datos de corte lingüístico que conlleve a esclarecer en cierto modo el panorama lingüístico regional y extra regional, de manera tal, que constituya tema de discusión y debate, donde además podamos llega a conclusiones acertadas y decisiones que redunden en beneficio del proceso cultural piurano y peruano
En San Miguel de Piura, a setiembre de 1998
RUDY MENDOZA PALACIOS
Piura, 1968

LA RECUPERACION LINGUISTICA PREHISPANICA


La lengua no es solamente un recurso usado para comunicarnos sino que es un receptáculo de la historia y el marcador más importante de la identidad de una cultura. Además una lengua contiene conocimiento profundo y maneras diferentes de ver el mundo.[1]

La reconstrucción del habla piurana prehispánica y en general los idiomas andinos requiere del empleo de instrumentos y métodos de disciplinas como la etnohistoria y la lingüística, y también la arqueología. Por eso que el tratamiento de las lenguas andinas de los siglos XV y XVI se restringe a los limitados estudios existentes en cuanto a los distintos idiomas que se llegaron a conocer en tiempos de la conquista española, es decir: su distribución geográfica y sus sistemas lingüísticos en dicha época y la colonial, sobre la base de los antropónimos y topónimos, por tanto, con todas las limitaciones que acarrea este método investigatorio.

La primera dificultad al emplearse los topónimos, en la reconstrucción del quechua y el mosaico lingüístico andino, es el reasentamiento de grupos de población en tiempos de los mitimaes y luego las reducciones del siglo XVI. Sabiéndose que los topónimos suelen adaptarse a la pronunciación de la lengua impuesta o generalmente hablada. Por lo tanto, la toponimia es ciertamente un posible camino en la reconstrucción de la distribución de lenguas, pero no es el más seguro.[2]

Los componentes lingüísticos de la región tienen un alto nivel de heterogeneidad, no solo en cuanto a su origen, sino también en lo concerniente a su distribución geográfica. En parte esta diversidad se ve evidenciada por las lenguas habladas en la costa piurana : Catacaos, Colan y Sechura durante el periodo intermedio tardío, pero que indudablemente hundes sus raíces en tiempos muy antiguos con sus consiguientes variaciones a través del tiempo. Para la sierra de Piura el panorama es incierto y solo se reconoce la existencia y presencia del quechua, mas ninguna información se tiene de la lengua pre quechua o natural.

Intentamos pues, tratar de recomponer el panorama lingüístico de la costa y sierra purana, diferenciando ( en su debido momento) cada uno de las áreas lingüísticas según su recurrencia y similitud con otros dialectos vecinos, de manera tal que podamos entender y comprender, a través de las evidencias lingüísticas la identidad cultural de nuestros antepasados y la nuestra.

Los estudios lingüísticos referidos a indagar sobre las lenguas que se hablaron antes de la llegada de los españoles en la región piurana son escasos. Apenas algunas referencias de Alfredo Torero , Zevallos Quiñonez Jacobo Cruz Villegas y otros investigadores locales y nacionales asumen el trato del Sec y la lengua tallan en un afán de establecer su origen y particularidades de manera general.

La recuperación lingüística de nuestro territorio presenta una serie de impedimentos toda vez que, los vestigios del antiguo idioma hablado por nuestros antepasados si bien existen, no existen registros que nos certifiquen el significado de los mismos y, que pueda posibilitar una adecuada interpretación. Se conoce que en nuestro territorio se hablaban al menos tres lenguas en el área costera : catacaos, Colan y Sechura. De las lenguas andinas del departamento no se tienen noticias, solamente el reconocimiento del quechua en la zona, registrados en nominativos y topónimos permiten tener una idea de cómo pudo ser el contexto idiomático andino piurano.[3]

Tomando como base las listas elaboradas por el padre Martínez de Compañón, Richard Spruce, la lista de indios del repartimiento de Sechura de 1572,la documentación historiográfica y arqueológica actual, además del corpus lingüístico de diccionarios quechuas Aguaruna, Muchik, cayapa, Colorado, Jíbaros y centroamericanos, el registro de los innumerables antropónimos y topónimos existentes en documentos del archivo regional de Piura, mapas y cartas geográficas locales y nacionales, se llegó a establecer la existencia de las siguientes categorías :

Topónimos naturales : Catacaos, Colan, y Sechura
Topónimos lengua natural serrana
Topónimos Foráneos : Cat,Culle, Den
Topónimos Yungas : Muchick
Topónimos quechua
Topónimos quechua – lengua natural
Topónimos lengua natural . quechua
Topónimos Quechua Español /Español Quechua[4]

El examen de nominativos y topónimos de nuestro departamento nos permiten tomar conocimiento del panorama lingüístico regional en donde subyacen sustratos de lengua yunga local, serrana natural y quechua.

Tomando como base las indagaciones realizadas sobre un aproximado de 600 topónimos ubicados en la costa y sierra del departamento de Piura, se ha intentado determinar áreas toponímicas de algunos segmentos lingüísticos particulares de indudable data prehispánica, los mismos que posiblemente constituyeron parte de una extinta lengua regional.

Los segmentos a que nos referimos están distribuidos entre la costa y la sierra piurana. Algunos ya han sido tratados por lingüistas como Alfredo Torero y Zevallos Quiñones , pero solo a nivel de reconocimiento en cartas geográficas mas no en el trabajo de campo. Estos son :

· -cat , cate,
· .uran, -goran
· -dur, -bur, -ur
· -don, -ton
· -Li, -lli
· -pis, -bis, -is
· -maca , -malca
· -naca. -daca

Para la región costeña piurana (Catacaos, Colan y Sechura) se ha trabajado con la lista de “43 voces castellanas traducidas a las ocho lenguas que hablan los indios de la costa , sierra y Montañas del obispado de Trujillo del Perú” elaborado por el Obispo Martínez de Compañón, el listado “sec” de de Richard Spruce y la lista de indios del repartimiento de Sechura de 1572.

[1] Montoya Rojas, Rodrigo, “Cultura y Poder”. 2003
[2] Fernández Sánchez. El mundo andino: cultura y lenguaje milenario.Lima,2005
[3] Ver. Mendoza Palacios, Rudy. “Los Incas y el quechua en Piura”. UNP,1993.
[4] En el presente trabajo usamos dos denominaciones: castellano y español. No obstante se aclara que usamos Castellano, por ser el nombre de la comunidad lingüística en que se habló esta modalidad románica en tiempos medievales: Castilla .Existe alguna polémica en torno a la denominación de la lengua; el término español es relativamente reciente y no es admitido por muchos hablantes bilingües del Estado Español, pues entienden que español incluye los términos valenciano, gallego, catalán y vasco, lenguas a su vez de consideración oficial dentro del territorio de sus comunidades autónomas respectivas. Son esos hablantes bilingües quienes proponen volver a la denominación más antigua que tuvo la lengua: castellano entendido como ‘lengua de Castilla’. En los países hispanoamericanos se ha conservado esta denominación y no plantean dificultad especial a la hora de entender como sinónimos los términos castellano y español. En los primeros documentos tras la fundación de la Real Academia Española, sus miembros emplearon por acuerdo la denominación de lengua española.

ARQUEOLINGUISTICA, GEOGRAFIA E HISTORIA


El departamento de Piura se encuentra ubicado al noroeste del Perú. Por su cercanía a la línea ecuatorial presenta un clima cálido. Abarca con el departamento de Tumbes, la faja costra más ancha del país y gran parte de su territorio lo conforman extensos arenales y despoblados.; territorio que en tiempos prehispánicos fueron ganados a la naturaleza y dispuestos para la actividad agrícola.

La llegada e instalación de la cultura occidental desequilibro las actividades productivas y con ello, el abandono de estos campos frugales se convirtió en la característica del valle costeño y piurano en general. El desierto de sechura cubre gran parte de la faja costera del departamento en dirección Sur.

Esta área costera se inicia en las playas del litoral al oeste. Se extiende hasta las partes altas de los afluentes del rio Piura (las gallegas, San Jorge, yapatera, etc.) hacia el este donde comienza el ecosistema andino. Hacia el norte, los cerros de Amotape (Talara) y el desierto de Sechura constituyen los limitadores del área costera.

Las cuenca hidrográficas del Chira y el Piura constituyen las fuentes de agua que recorren el territorio y que dan origen a los valles agrícolas.

La sierra o ecosistema andino está conformado por el territorio de las provincias de Ayabaca y Huancabamba y las alturas de Morropon. Este sistema andino es cortado al este por la cordillera occidental de los Andes. Esta se encuentra atravesada por la cuencas hidrográficas del Quiroz, Chipillico , Huancabamba y Piura.

En este marco de vida, el hombre desarrollo su accionar creando una cultura propia, peculiar y con fuertes interrelaciones con otros pueblos del sur ecuatoriano y los andes centrales el Perú.

La ciencia arqueológica ha permitido conocer que el hombre piurano hunde sus raíces hacia el 9000 ac cuando se establece en campamentos de cazadores recolectores en los sitios de Amotape, Honda y Siches (Talara) cuya existencia se registra hasta el 3000 ac.

El establecimiento de poblaciones en el litoral esta evidenciado en Paita y Sechura, cuyos vestigios nos encamina hacia el arcaico. En la zona del Alto Piura, Cerro Ñañañique, Huaca Macanche (Chulucanas – Morropon) y Samanga (Ayabaca) periten reconocer la impronta cultural durante el formativo entre el 200 ac y 500 dc.

Para el intermedio temprano o Desarrollo Regional (500 dc. 600 d.c) los vestigios arqueológicos permiten inferir la existencia de “jefaturas” o nacionalidades en la costa de Sechura y la región de Vicus. A esta época corresponde un incesante intercambio comercial intra y extra regional que implicó los macizo de Colombia, la costa y sierra ecuatoriana y los andes centrales. La región piurana por estar en una zona intermedia se convirtió en un área de cohesión, integración y difusión de elementos culturales. El comercio significó no solo la introducción de elementos socio culturales como costumbres lenguaje, ornamentación y cultos religiosos. Solo así se podría entender el porqué de la heterogeneidad cultural en la región, cuyas evidencias las encuentra la arqueología en nuestro territorio.

Elementos propios de la cultura Tumaco Tolita (Colombia-ecuador) en la metalurgia; elementos amazónicos en la costumbres y lengua local, (Palta, Jibaro) costumbres y toponimia centro andina (Culle, Quechua, Mochica,) son explicados ahora por la arqueología y la lingüística.

Así pues, las evidencias arqueología son claras al demostrar que la región “absorbió” de alguna maneta elementos idiomáticos de diversa procedencia en diversas épocas. Lamentablemente es así imposible el asumir con certeza que tales componentes lingüísticos pertenezcan a una determinada “cultura y/u sociedad foránea establecida en territorio piurano”; sobre todo si tomamos en cuenta que muchas lenguas continuaron hablándose por los sucesores de estos grupos culturales ( vg: el Muchick utilizado por los Moche y posteriormente por los Chimú). Sin embargo ello no imposibilita que reflexionemos y bajo supuestos, ordenemos las evidencias arqueológicas con las lingüísticas. Considero que ello es una buena forma de acercarnos al conocimiento real de nuestra historia.

LAS LENGUAS PREHISPÁNICAS DE PIURA


Una lengua es una representación de un grupo de gente y la sociedad en que vive. Además, una lengua identifica a la gente y del mismo modo su manera de vivir. Cada comunidad tiene sus peculiaridades y vive de una manera única según varios factores: la geografía de una región, las creencias de una cultura, etcétera. Consecuentemente cada lengua tiene sus diferencias semánticas y sintácticas según la región de dónde viene. Así que una lengua en su totalidad es una representación de la vida cotidiana de una comunidad y la manera única de vivir dentro de ella. Al desaparecer una lengua, también desaparece una cultura y una identidad propia de una comunidad

Los intentos por conocer las lenguas aborígenes de Piura se deben suponer se iniciaron en la conquista, durante el primer contacto entre hispanos y Tallanes: los primeros por comunicarse e informarse en la lengua del “país” y los segundos por intentar comprender las actitudes de los dioses o “wiracochas”.

El cronista Fernández de Oviedo refiriéndose a la diversidad lingüística del “Perú” de aquel entonces anota

Toda la tierra ….es de diversas lenguas, tanto que cada población tiene su lengua, e aunque con los vecinos algunos se entienden, es con mucha diversidad de vocablos mezclados con los otros comunes, ….”

La cita expresa la interacción entre las lenguas y el cómo debido a la cercanía geográfica está llenos de préstamos mutuos tal como expresa la frase “vocablos mezclados”.

La Relación de Piura” de 1571 expresa que

En término de la dicha ciudad, hay tres naciones de naturales diferentes en habla y en nombres. Y a cada una de las dichas naciones tenía sus provincias por sí y territorios y límites conocidos y señalados. Y cada una de las dichas provincias de naturales tenía su lengua diferente de los otras y que no se podían entender sin interpretes, que como contrataban unos con otros, habían muchos que se entendían”.

(Jiménez de la espada. Ed. 1965.Tomo.III:41)

Estas provincias y lenguas a las que se refiere la “relación” son la Catacaos, Colan y Sechura que ocupaban un territorio nuclear cercano al que ocupan en la actualidad. Lamentablemente no se describe los “territorios y limites conocidos” que permitiría de manera precisa establecer el ámbito de interacción de cada lengua. lo que si es interesante es la oración “…contrataban unos con otros habían muchos que se entendían”. Según la RAE contratar se refiere a “Pactar, convenir, comerciar..” lo que supone que las “provincias” mantenían una idioma de relación que supone la interacción y prestamos de uno y otro lado. Al parecer, no debió haber existido una lengua predominante en los valles, pero está claro que la lengua sechura en el litoral mantenía su independencia y “cuasi obligación de aprenderla” para los pueblos de los valles en sus relaciones con ellos. La escasa presencia de palabras afines de esta lengua con la catacaos y Colan parecen evidenciarlo.

Existió interés por “convertir a los indígenas a la fe cristiana” y de allí la necesidad de la iglesia de “prender las lenguas naturales, para que en ella se afiance la labor catequizadora y evangelizadora hispana. Esa es la razón de porque en 1593 durante la celebración del Concilio Diocesano Quítense presidido por el obispo Luis López de Solís, se declaro que : “por la experiencia en el obispado de la diversidad de lenguas que no tienen ni hablan la del cusco ni la aymara…. Es necesario traducir el catecismo y confesionario de la propias lenguas”.[1]

Sobre esta información se ordenará que : “habiéndose informado de las mejores lenguas que podrán hacer esto, nos ha parecido cometer este trabajo y cuidado a Alonso Nuñes de san Pedro y a Alonso Ruiz para la lengua de los llanos y tallana…”[2]

Al respecto no existe información concreta de que tales catecismos se hayan elaborado y que mucho menos haya circulado en la región, al menos, a la fecha no se noticiado hallazgo alguno sobre el particular.[3] En el caso de que el dicho catecismo se hubiese escrito: ¿en qué variedad de lengua tallan se habría elaborado?. De los sacerdotes mencionados, Arrizabalaga,(2008:54) destaca que el dicho Alonso Ruiz habría servido en Moscalaque (Alto Piura) entonces pudo haber sido escrito en una variante de Catacaos, lengua que extendía hasta este espacio su influencia. Y aun si hubiese sido en esta variedad, tendría un fuerte sustrato muchick, cuya existencia provendría desde el periodo de los Desarrollos Regionales o Intermedio temprano.

El cronista Antonio de la Calancha, en su “Corónica Moralizada de la Provincia del Perú,” publicada en 1653, describe la heterogeneidad lingüística existente en la costa norte;

"Un casique de lo que oy se llama Trugillo, llamado el chimo, ... fue conquistando los indios yungas ... desde Parmunga hasta Payta y Tumbes ... Hízose opulento, creció en vasallos y fue introduciendo en magestad su lengua natural que es la que oy se habla en los valles de Trugillo, era la Quingnam propia de este reyezuelo ... "; " ... los vasallos de Pacasmayo dieron en ablar su lengua, y los demás hasta Lima ... "; " ... los demás valles de los llanos ablaban la lengua Muchic que oy conservan hasta Motupe, i otra que llaman Sec, i la de los Olmos mudan letras i finales, si bien cada pueblo, i aun cada familia tiene lengua propia, o vocablos diferentes ... "; " ... la que entre ellos se llama Pescadora más parece lenguage para el estómago, que para el entendimiento; es corta, escura, gutural i desabrida; con estas dos lenguas más comunes se tenía la correspondencia de los valles, i se manejava el mucho comercio i las contrataciones destos territorios ... "
(Calancha 1653: I., 3-4, pp. 549-550)

Lo interesante de esta cita es que se aprecia que si bien el dominio chimú se dio hasta Tumbes, ello al parecer no implico un sometimiento lingüístico, pues el citado cronista destaca que introdujo su “ lengua natural” que se habla en Trujillo llamada Quingnam, que solo “los vasallos de Pacasmayo dieron en hablar su lengua y los demás asta Lima”, En ningún momento alude los valles de Tumbes. Por el contrario expresa que los demás valles de los llanos (en los que estarían el Piura, Chira y Tumbes) hablan su propia lengua el Sec que compartían con Olmos y que se caracterizaba por que “mudan letras i finales”, incluso subraya al respecto las diferencias al interior de esta lengua que “si bien cada pueblo, i aun cada familia tiene lengua propia, o vocablos diferentes”, hecho que refuerza lo señalado por la relación de Piura hacia 1571 que evidencia a 82 años de la conquista el panorama lingüístico se mantenía cuasi intacto con escasa intromisión del castellano y la presencia el quechua. Y es que también era cuasi imposible tratar de erradicar la diversas variaciones de las lengua tallan, ya que en cada provincia, por mínimo que fuera ele espacio tenían diferente estructura y significancia las palabras. Al parecer estas variantes estaban fundadas en un respeto a su lugar de origen, la avocación a una deidad o al sentido de independencia de cada jefatura.[4] Pero este sistema lingüístico varió cuando se establecieron las encomiendas y las reducciones. La encomienda como concesión real consistía en repartir un grupo de familias indígenas a un español, lo cual le daba el derecho de percibir el tributo de los indígenas y otorgaba al español el deber de proteger y velar por la instrucción religiosa. En Piura existieron 29 encomiendas con 3557 tributarios. Con la encomienda se perturba y fracciona los antiguos curacazgos. Caxas, por citar un ejemplo se divide en dos encomiendas: una en poder de Juan de Saavedra (Caxas) y al otro otorgada a Gonzalo Grijera (Serrán).

Las encomiendas agrupan a los indígenas en acción solidaria entre sí mismas. El encomendero se posesiona de curacazgos completos y organiza un sistema de control mediante mayordomos, interpretes y peones coercitivos o grupos de defensa de sus intereses.

Estos intérpretes tenían cierta interferencia lingüística propia del idioma de origen, el idioma comercial y el idioma foráneo y novedoso que representaba el castellano. Además poseen ciertos beneficios respecto a la masa indígena popular. Adquieren con ello ciertas preeminencias y status social al entorno de la encomienda


El virrey Toledo ordena las reducciones de indios. En Piura se lleva a cabo esta tarea reduciendo a diversos grupos indígenas en Catacaos, San Martín de Sechura, San Andrés de Frías y San Pedro de Huancabamba. Las reducciones implican no solo la mezcla de etnias de diferentes ecosistemas, sino también, la mezcla de idiomas disímiles entre sí. Bernandino Loayza hacia 1573 explica sobre el fundamento de las reducciones manifiesta que

“… el dicho señor virrei ha proveido en esta visita general, una de las cosas que mas encarga a los visitadores es, que los pueblos de los indios que estan divididos i apartados por la provincia, se junten i reduzcan en pueblos grandes, donde pueden ser comunicados i se las estorben las idolatrias vicios y malas costumbres que de ellos se conocen, y resida con ellos sacerdote que los doctrine e industrie en las cosas de nuestra santa fé católica, les enseñe a vivir en policía i buen orden….. Todos los cuales: casiques y principales, e indios de los dichos pueblos, mando, que de hoy en día de la fecha en dos meces primeros siguentes vais a hacer vuestras casas en la parte y sitio que en la del dicho pueblo…… i en la traza y forma que está ordenada , cada unos en las partes y solares que se ha repartido. I hechas las dichas casas, os vengáis todos con vuestras mujeres e hijos i alhajas i ganados a residir i morar….. deshagáis i despobléis las casas antiguas de los pueblos que dejáredes, porque por ninguna vía habéis de volver a ellos, i guardáreis en poblaros, i trazar vuestras casas en la orden siguiente.”[5]

Ello crea una confusión lingüística en primer instancia, ya que no todos poseen la capacidad de comunicarse y entenderse en su “idioma de adentro” con otros “idiomas de adentro”. El quechua como “idioma de afuera” pudo constituirse en un primer momento en el idioma de relación.

Es más, en los años sucesivos en la costa aún se sigue haciendo uso de intérpretes o indios lenguaraces para los pregones de bandos, ordenanzas y en las visitas a las reducciones. : 1613 (Bartolo fiscal …yndio ladino y lenguaraz en la lengua tallana de el pueblo de Catacaos y en la general del ingá” o “Juan Ucacha , indio del pueblo de Catacaos …que sabe la lengua tallana”), 1644(…la materna de los naturales de esta ciudad y de los pueblos de su contorno...”), 1734 (Domingo Guanca , indio ladino en lengua castellana que hace oficio de pregonero) e incluso los viajeros españoles como Antonio Ulloa y Jorge Juan en 1740 haciendo pascana en Sechura tiene su propia percepción de la lengua (….porque además de prorrumpir las voces en tono, como canto triste, comen la mitad de las palabras finales, como si les faltase respiración para concluirlas ) . está claro que en la ciudad de Piura , el castellano había ganado terreno a las lenguas locales, pero en las reducciones , estas se mantenía con fuerza y constituían núcleo de cohesión étnica.

En este punto resulta interesante establecer la identificación entre el “Sec” que el cronista Antonio de la Calancha, describe como “… otra que llaman Sec, i la de los Olmos mudan letras i finales …“ y que registra en su Corónica Moralizada de la Provincia del Perú, (1653) con la lengua sechura que describen los sabios españoles Antonio Ulloa y Jorge Juan en 1740 que explican que “…. además de prorrumpir las voces en tono, como canto triste, comen la mitad de las palabras finales, como si les faltase respiración para concluirlas.”. En un lapso de casi un siglo se mantenga la percepción sobre la peculiaridad lingüística y fonética si cabe la expresión de las lenguas locales.

La extinta Dra. Josefina Ramos de Cox informa que a finales del siglo XVII o fines del XVI, al ubicar la lengua Pescadora y la muchick mas al Sur, existía una lengua particular muy oscura que no se habla en otra parte ninguna de Perú que se habla en santo Domingo de Olmos, Cathacaos, Sechura, Payta”, la misma que era conocida por don justo Gallegos de Aparicio y el Br. Arguelles ( contemporáneos de Don Fernando de la carrera más o menos 1644”.[6]

Feyjoo (1763) cuando efectúa su relación sobre Trujillo, hace referencia del mantenimiento de diversas lenguas en los valles hasta Tumbes. [7] Lecuanda, sobrino de Martínez de Compañón habla para Piura de la variedad, guturación y distinciones.[8]

En el libro de Cabildos de Piura se observa que el 8 de julio de 1738 se envió a publicar una residencia de los procuradores en lengua de los indios para que la entiendan además de una publicación en lengua española.[9] El bando se debió enunciar en la plaza pública en lengua local (alguna variedad Tallan) por algún indio ladino y lenguaraz en español. Por otro lado, en el Auto de la visita hecha en la parroquia de Huancabamba, el 10 de febrero de 1783, -siendo párroco, el Dr. Buenaventura Ribon y Valdivieso- por el obispo Martínez de Compañón dicta 66 ordenanzas que sobre la lengua hablada en huancabamba señala que:

“Dicho cura procure hacer general en su curato la lengua castellana, tanto por el interés de sus feligreses como por el suyo propio y el de los prelados (…) que sea uno mismo el lenguaje, que en ellos se hable , y muy justo, que estos dóciles fieles y vasallos del rey sepan y usen la lengua de un soberano que con tanta ternura los ama y tan eficazmente e interesa en su mayor prosperidad y dicho[10] .

De acuerdo la información es notorio que en el pueblo de Huancabamba y alrededores se hablaba una lengua diferente al castellano, creemos que se trataría del quechua local y de algunas reminiscencias de la lengua local serrana.

Hacia 1785 el obispo de Trujillo Jaime Baltasar Martínez Compañón encarga su prelatura la elaboración de un vocabulario pro catequización, el mismo que será nombrado como “Plan que contiene 43 vozes castellanas traducidas a las ocho lenguas que hablan los Yndios de la Costa, Sierras y Montañas del obispado de Trugillo del Perú”, el dicho documento se proveen 43 glosas castellanas con su respectiva traducción e lengua quechua, yunga(Muchick), Catacaos, Cola,, Sechura , la lengua Culli de la provincia de Guamachuco, la lengua de los Hivitos de las conversiones de Huailillas y la lengua de los cholones de las mismas conversiones.

El obispado de Trujillo se había instituido a fines del siglo XVI, pero sólo tuvo titular efectivo a partir de 1616. La diócesis se constituyó desprendiendo algunos territorios que habían estado hasta entonces bajo las jurisdicciones, respectivamente, del arzobispado de Lima y del obispado de Quito; en la época, comprendía, por la costa, de norte a sur, desde el valle de Oña (Zarumilla) hasta el curso medio y bajo del río Huallaga e incluía la entonces denominada "Provincia de Jaén " .

En el siglo XVIII subsistían aun hablantes de una lengua diferente al castellano en la región de Frías (Ayabaca) así lo hace saber un documento del Archivo Departamental de Piura fechado en 1797 que destaca que la presencia de “Pedro Flores, Francisco Campos, Cristóbal de Saavedra y Juan Ruiz como naturales de Frías e indios ladinos en lengua castellana” los mismos que actúan como interpretes y testigos de Don Hilario Yaguana, indio principal de la reducción del pueblo de Frías sobre la posesión de las tierras nombradas San Juan, Huaca y Sapillica.[11]

Hacia 1864, Richard Spruce recogió 38 vocablos en las localidades de Morropé, Colán, Etén catacaos y Sechura loas mismas que signa como Sec,y que fue publicado por primera vez por Otto von Buchwald (1918) y que Paul Rivet comparó más tarde con los listados de las hablas de Sechura, Colán y Catacaos reunidos por Martínez Compañón.

En lo tocante a sus respectivos territorios de uso, la Sechura, además del actual pueblo de su nombre, situado en la desembocadura del río Piura se habló posiblemente en diversos puntos de la amplia bahía de Sechura y del tablazo que la circunda, incluido el curso bajo del río Piura donde se evidencia la existencia de pueblos como Tunapé y Sincapé (La Union).Evidencia de su relación con el Quingnam. Las hablas tallanas, por su parte, ocuparon seguramente, a más de los pueblos que los documentos citan -Paita y Colán, en la bahía de Paita, y Catacaos, sobre el curso medio del río Piura-, todo el territorio que va del valle medio y bajo del río La Chira al valle medio y parte del alto Piura. Tanto las gentes de Sechura como las de Paita fueron famosas desde tiempos prehispánicos hasta principios del presente siglo por el empleo de grandes balsas veleras y sus conocimientos náuticos, que les permitieron consagrarse al comercio a grandes distancias.

Poco a poco el castellano fue ganando terreno a las lenguas locales - que solo se hablaban al interior de la reducción o el poblado indígena- no por su influencia, sino por la vergüenza y el desprecio que sentían los nativos hablantes de parte los españoles por no expresarse en lengua hispana. Un ejemplo lo da Ernest Wilhlm Middendorf, en “Das Muchik oder die Chimu-Sprache” (1892) quien refiriéndose al caso del Muchik expresa que “la gente joven comienza a avergonzarse de ella misma, se sirve siempre del español ante los extraños, hablan su dialecto indígena sólo entre sí y mezclado más y más con palabras españolas. Éste es el comienzo del fin”.[12]

También es causa de la pérdida del uso de la lengua las perturbaciones étnicas sufridas tras la conquista y la formación de pueblos en los siglos suceso que implico la nucleación de población heterogénea. Lorenzo huertas (1996) al respecto explica que: Los pueblos de Santo Domingo, Chulucanas, Morropon y Sullana entre otros se gestan a finales del XVIII y se concretizan en el primer tercio del silgo XIX. Estas formaciones urbanas, la permanencia del espíritu andino es casi ausente.

Ello debido a muchas causas , entre las cuales explica “ …el tiempo transcurrido de 1572 en que se abundan las reducciones, a 1782 en que llega a Piura Martínez de Compañón, habían corrido dos siglos y medio, lapso en el cual se produjeron muchos cambios de diferente índole. Otra razón fue el componente social: los nuevos moradores provenían de haciendas y pertenecían a diversas castas; los matrimonios eran exogámicos y heterogéneos, dando origen a una población polimorfa, compuesta por blancos, indios, negros, chinas, cholo, mixtos, pardos, cuarterones, quinterones, sacalaguas, etc. Esta perturbación coadyuvo a la disolución de los viejos modelos andinos”.

[1] Sobre esta diversidad Paul Rivet asumió una familia lingüística que el denomino erróneamente “Atallana”(cuando debió ser tallana) y que estaba constituida por las lenguas manta, Huancavilcas, Punas y Tumbes.
[2] AGI.Quito.Leg.76.F.02. Citado por Martin Cuesta SJ en “Jaén de Bracamoros”. Lima.
[3] Una visión amplia del papel de estos sacerdotes se encuentra en el trabajo de Carlos Arrizabalaga.: ¿Un catecismo tallan? La evangelización en lenguas indígenas en Piura a finales del Siglo XVI. En: Evangelización y vida Eclesial en Piura Siglos XVI y XVII. UDEP, Piura 2008.(39-66)
[4] Es muy difícil de establecer la línea que separa un dialecto de otro. El argumento de la comprensión recíproca es problemático, porque no siempre se comprenden entre sí los dialectos, entendidos como variedades lingüísticas, en su expresión oral y hasta podría afirmarse que las variaciones coloquiales son dialectos de una misma lengua
[5] AGN. Derecho indígena, leg.12, cuad. 195. 1685-1711, f.55-57vta: Por tanto: he acordado que en el asiento de Santovelico se funde y ajunte un pueblo cuyo nombre sea Santo Domingo de Olmos; al cual se deduzcan todos los indios de la dicha provincia de Olmos y Santovelico que estan encomendados en Doña Catalina de Prado, hija de Pedro Gonzales de Prado, difunto, i el pueblo de Copis de la encomienda de Diego Sandoval, "vecino de la dicha ciudad de San Miguel.”
[6] Ramos de Cox. Josefina. Tallan o Tallanca”. Lima,1956.
[7] Feyjoo, Miguel. “Relación de la ciudad y provincias de Trujillo del Perú”. Madrid.1763.
[8] Lecuanda. Descripción de los Partidos del obispado de Trujillo. Partido de Piura”. Antiguo Mercurio Peruano. (Pub. De A. fuentes). Baylle,1861.
[9] Libro del cabildo de Piura. 1737-1748. Biblioteca nacional. En Ramos de Cox,1956
[10] Ramírez Adrianzen, Justino. “Monografía de Huancabamba. Historia, geografía y folklore”. Lima 1966.
[11] ADP. Cabildo. Compulsa. Serie causas civiles.leg.17.exp.310.f:04.
[12] En: Juan Chero Zurita. Muchik :una legua viva. Revista THZOECOEN. Proyecto Huaca rajada-Sipán. Lambayeque .2008.Pp.190-198

“EL PLAN DE 43 VOZES” DE COMPAÑON

Respecto a la lista de Martínez de Compañón, Alfredo torero expresa que “dos objetivos movieron evidentemente al obispo de Trujillo en la elección de las 43 voces castellanas:

1) fijar términos requeridos para la evangelización y la prédica católicas, de donde la presencia de hispanismos como dios, alma, cuerpo, en casi todos los listados;

De allí la presencia en la lista de voces Catacaos, Colan y Sechura[1] del obispo Martínez de Compañón de vocablos tales como
· Cuerpo
· Alma
· Carne
· Animal
· Árbol
· Flor
· Fruto

Lo que evidencia que el mencionado obispo recopiló las voces en función a un listado expresamente preparado con anticipación y orientado a la formulación de frases, palabras para la catequización. Lo curioso de ello, es que a pesar de que el informante no tiene significado para las palabras castellanas ( lo que equivaldría a establecer que la cristianización de estos grupos aun no había arraigado) el registrador (que no fue el obispo sino alguno de sus ayudantes) registró la terminación -ac , -chi para algunas palabras.

Castellano Sechura Colan Catacaos

· Cuerpo …………… Cuerpocchi ………Cuerpo ………… Cuerpo
· Alma ………………… Almacchi ……… Alma ……………. Alma
· Carne ………………. Colt …..……….. carne ……………. Ccol
· Animal ……………… Animbla ……….. Animal ……….. Animal
· Árbol ………………. Nusuchu ……….Arbol ……………. Chiguasam
· Flor ………………….. florac ………… Flor ………… Alhuaca
· Fruto ………………. Fruto ………….. Fruto ………….... Cosecham
· Rama ………………… Rama ……….Yabitiram ……….. Yabique


Notese las terminaciones .cchi , -bla , -ac para Sechura, lo que induce a pensar que estos pueblos sechuranos no habían logrado aun su catequización.
Ello en razón de que en las demás lenguas (Catacaos y Colan) si contienen un denominación para estas palabras. Ese sentido de independencia lingüística del Sechura parece manifestarse .

Respecto al concepto de Árbol, Sechura expresa Nusuchu y Catacaos Chiguasam, que parece corresponder al nombre de dos especies diferentes.

El concepto de Cuerpo y Alma no es el mismo que el cristianismo conceptual, en un mundo de pescadores donde al parecer la terminación –cchi denotaba la individualidad del informante a modo de un pronombre -chi = Yo, Mi

2) recoger los vocablos más comunes y "universales" relativos a la anatomía y la conducta humanas y al medio natural conocido por las gentes de su obispado.

Tarea difícil si nos atenemos a las diferencias conceptuales en torno al universo y cosmos prehispánica llena de deidades regionales y panandinas de los Catacao, Colanes y Sechuranos con el universo cristiano universal. Torero explica estas diferencias señalando que en “ obligado ajuste a la cultura invasora, los pueblos nativos debieron a menudo reacondicionar términos propios o adoptar los de origen hispano para -agrupando o desagregando- segmentar conceptualmente la realidad de manera diversa a como lo hacían antes de la conquista” y destaca su hipótesis de que los “lexemas simples distingos que componen la lista no poseen una exacta correspondencia léxica.”

Así, el vocablo quechua llama y su equivalente mochica col, amplían su significado original para regularse con el castellano animal, en tanto que en las listas de las demás hablas se adopta la palabra hispana. Otros hispanismos: flor, fruto, rama, etc., se introducen en algunas de las hablas para marcar con lexemas simples distingos que, indudablemente, no habían tenido en ellas una exacta correspondencia léxica.”

Carlos Arrizabalaga (2009) destaca sobre el particular que el “vocabulario de Martínez Compañón nos permite hacer algunas observaciones, a pesar de la precariedad y escasez de los datos léxicos que aporta. Comprobamos que las distintas lenguas habían incorporado ya algunos términos del castellano, no solamente para nombrar a Dios o conceptos religiosos como ‘alma’ y ‘cuerpo’ (necesarios para entender la Doctrina Cristiana), sino otros como ‘flor’, ‘fruto’, ‘gozo’ y ‘estrellas’. El sechura no solo es la menos hispanizada, sino que ha adaptado a su morfología palabras como almacchi, cuerpocchi, florac y ha adaptado a su fonética animblà. La lengua de Catacaos es la que más hispanismos presenta, seguramente por la cercanía con la ciudad de Piura.”.

Al respecto no estamos de acuerdo con los postulados de que el tallan incorporo términos del castellano por el simple hecho de parecer registrado en la lista de Martínez Creo que ello se debió a que el informante (el nativo sechurano, colaneño o Catacao) repitió la palabra administrada por el recopilador y anoto la expresión fonética.[2] Así de simple. Y no siempre las cercanías entre las lenguas incluyen prestamos recíprocos.

Es más, no está clara la cuestión de si realmente los vocablos indígenas se relacionan con la glosa castellana. Por ejemplo las palabras Gozo y dolor, signados en la lista como otmuc y punuc en Sechura, masic y dlacati en Colán y Masic e Ynataclacatu en Catacaos. Gozo y dolor son dos sentimientos no materialmente observables, sino mas subjetivos.

Según la Academia de la lengua española los dos significados principales para estas palabras son:

Gozo es :
· Sentimiento de complacencia en la posesión, recuerdo o esperanza de bienes o cosas apetecibles.
· Alegría del ánimo

Dolor
· Sensación molesta y aflictiva de una parte del cuerpo por causa interior o exterior .
· Sentimiento de pena y congoja

Está claro que el nativo hablante catacao, Colan o sechura debió tener confusión a cuál de los significados atribuir el vocablo. Ambos conceptos son diferentes en la concepción hispana y lo serian más en la concepción tallan o sechurana..pero asumiendo el interrogatorio de la época es plausible que este referido al primer concepto, físicamente observable y demostrable vía gestual. No existe una clara relación entre el significante (imagen acústica) y el significado (concepto).

Es obvio también las diferencias entre las lenguas prehispánicas. ¿A que se debían estas diferencias si la realidad era cuasi la misma?. La repuesta que si bien la realidad era la misma para todos los pueblos Colan y Sechura por ejemplo ligados al mar, algunos de ellos segmentaron esta realidad de forma diferente, según sus necesidades y de acuerdo al grado de dependencia del entorno. cómo designa cada uno esa realidad mediante el lenguaje, de acuerdo con un mayor o menor grado de dependencia del medio.

Por otro lado, está claro también que la lengua varía de acuerdo con el contexto social en que se le utiliza y en dependencia del grupo social al que el hablante pertenece. Todas estas unidades idiomáticas que varían sistemáticamente en relación con variables sociales como la región de origen del hablante, la clase a la que pertenece, su grupo étnico, edad y género.[3] Así el lenguaje de un Catacao dedicado al comercio difería enormemente de aquel otro Catacao que se dedicaba a la artesanía o a labores agrícolas, ya que tenían necesidades de oficio diferentes.es mas, ello se desprende de la lista de Martínez de compañón cuando para la glosa Flor, las lenguas Colan y Sechura no registran palabra alguna, lo que si hace la lengua catacaos para referir que “flor” es “Alhuaca”[4], que evidencia el uso y visión de esta flor en el valle de catacaos, cosa que sucedería para el pescado de sechura y Colan mas familiarizado con cuestiones de playa, mar, e instrumentos marinos. Asi también mientras para Colan y Sechura tienen diferentes vocablos para denomina las “olas” Caph y llamas respectivamente en, catacao no hay vocablo alguno por la ausencia de “olas” en el valle o su contexto.

Si bien es cierto con la lista de Martínez poco o nada se puede establecer de características de las lenguas Catacaos, Colan y Sechura, aplicando reglas universales del lenguaje, podemos asumir la existencia de variantes funcionales que difieren de otras variantes, porque su uso trasciende las dimensiones establecidas por la variante patrón, es decir, la variante culta, literaria. Las variantes funcionales pueden ser asociadas con tipos de interacciones específicas, con ciertas instituciones, con las condiciones del lugar de trabajo, con situaciones formales o informales, con la idiosincrasia del propio hablante. Los hablantes utilizan las variantes por ellos conocidas de una forma funcional, por ejemplo en Lengua Colan, digamos que utilizaban la variante Yup para designar agua y rio en un contexto de beber agua dulce en casa y las aguas del rio cuando la extraían y la variante Amun que designaba el agua pero de Mar en otro contexto.[5]

[1] El sechura debido a su poca interrelación con el catacaos y el Colan estaba ligada a la lengua Quingnam o pescadora, empleada por los pescadores, grupo o grupos marginados a causa de su sobre especialización y aislamiento geográfico de los sectores socio económicos más variados y activamente integrados que habitaban los valles y las ciudades: "la que entre ellos se llama la Pescadora -dice- más parece lenguage para el estómago que para el entendimiento", es "corta" y "desabrida"
[2] Imagínenos a un extranjero recopilando información en la sierra de Ayabaca y nombra las cosas en su lengua (porque no sabe el nombre de estas en el habla local o sencillamente las señala con el dedo, el informante repetirá la palabra dada por el registrador. Es la razón por la que los “gringos” en sus textos parecen tergiversar los nombres de sitios como po ejemplo ocurre con Huancabamba, que a veces aparece como huacapamba.
[3] Estas unidades también son llamadas variables sociolingüísticas y sus diferentes formas son llamadas variantes o variantes funcionales (algunos lingüistas prefieren el término registro).
[4] ¿Correspondería a “albahaca”?. Algunos insisten en el termino de origen árabe, pero, queda la duda respecto a la coincidencia lingüística, tal como ocurrió con la palabra “Capullana” entre el capuz hispano y el vocablo “capuc”
[5] Igual sucede hoy en día, cuando algunos, por ejemplo, que hablan un dialecto dado en casa, utilizan la variante patrón en la escuela, pero utilizan además otra variante cuando hablan con sus colegas en el recreo. Las lenguas especiales, las lenguas profesionales, las jergas o las lenguas comerciales también pueden ser consideradas como variantes funcionales

LA TOPONIMIA PREHISPÁNICA DE PIURA


El acto de nominar un espacio no es vacío ni irrelevante: la denominación y transmisión de topónimos son procesos que obedecen al carácter nominativo de los pueblos y al momento histórico que éstos atraviesan. Si bien es cierto que existen lugares que de alguna forma condicionan su propio nombre, debido a que presentan alguna característica saltante, el grupo humano decide si es que ésta cubre sus expectativas al momento de fijar el mundo bajo un parámetro lingüístico como producto de sus costumbres y creencias.

El aspecto social es muy importante en el acto de nominar espacios geográficos, ya que la nominación debe corresponder a los intereses de la sociedad, que muchas veces obedecen a factores históricos, políticos o de cómo se configura la estructura ideológica o social. Una vez que el grupo humano acoge entre sus límites espaciales determinados lugares, éstos toman los nombres de eventos o personajes que la sociedad considera representativos de su época o su cultura o con el simple afán de señalar alguna característica que posee dicho lugar, como la forma, el color o algún bien natural. [1]

Tomando en cuenta los vocablos de la lengua Catacaos, Colan y Sechura intentaremos rastrear la posible significancia de algunos topónimos de la zona piurana.


· Punta Bappo : En el litoral sechurano nos recuerda a la glosa Bapuenni :Hermana (Sechura)

· Chulliyachi : Playa y caleta en el litoral sechurano nos recuerda a la glosa Jachi: Padre (Sechura)

· Ñes : Punta en el litoral sechurano nos recuerda la forma Ñessinim : Corazón (Colan) y se nota la presencia de Nim recuerda la glosa Ni : Mar (Yunga de Trujillo Muchick)

· Yasila : Playa en el litoral paiteño recuerda a Llas : Pez o Pescado (Catacaos - Colán) y la forma La: que es agua en Yunga Muchick
· Nunura : caleta y poblado en el litoral paiteño.. Recuerda la voz Nun : Madre (Colan) y el segmento –Ura : que hemos definido como río, agua, playa.

· Ñac/Nac : Punta en el litoral sechurano. Nos recuerda a Nag : Luna (Colan), Nap : Sol (Catacaos). La punta de Nacupio se ubica en esta categoría.

· Locuto / Ocoto : Pampa y caserío respectivamente de la zona de Tambogrande nos recuerda la forma Loct : Tierra (Sechura) (En el Mapa regional aparecer como Despoblado o Pampa de Locuto).


· Ñapique : nominativo de una laguna en el territorio sechurano nos recuerda a Yabique: Rama (catacaos). Tambien Nap /Ñap : Sol (Catacaos), Nar : llorar (Colan), Nag : Luna (colan)


· Cumbibira : nombre de un pueblo en el Bajo Piura nos recuerda la glosa Cum : Beber (Colan) y bibirá nos remite en su fonética a Dladlapiram : Hueso (Colan); Yabitiram :Rama (Colan). ¿No habría sido Cumbitiram la forma original?

· Turicara o Turicarami : Nominativos del río Chira nos recuerda al vocablo Turinap : Sol (Colan)


· Vicus : Cerro y sitio arqueológico en el valle del alto Piura parece devenir de Vic (Catacaos) : Viento

· Yapatera : Poblado y valle en el alto Piura, nos recuerda la voz Yabitiram : Rama (Colan) y la forma Pateri : Padre ( Catacaos)


La transmisión de topónimos suele darse de forma espontánea en pueblos donde no existe la intromisión brusca de otra cultura.
Cuando esto sucede, muchas veces los topónimos tienden a ser cambiados como una forma de reajustarse a las nuevas tendencias e intereses de la sociedad que ocupa el espacio, o cuando la misma sociedad ha sufrido algún tipo de revolución interna que la lleva a buscar un nombre que concuerde con la visión histórica y cultural que tiene de sí misma. Pero, incluso, cuando esto pasa, sólo son unos pocos los que toman una forma concordante con la nueva lengua e ideología.
La mayoría de los lugares conserva su nombre aun siglos después de que la sociedad que los nominó ha desaparecido. De algún modo, los nombres de los lugares están intrínsecamente unidos a los lugares, como parte indisoluble del espacio geográfico que designan. La transmisión se irá dando de generación en generación, aunque muchas veces se hayan oscurecido, para los nuevos usuarios, el significado y la razón de ser del nombre[2]

Otros topónimos que se pueden rastrear son:

· Chucur : caserío del distrito de Cristo Nos valga – Bajo Piura. Recuerda a la terminación Huyur : Fuego (Colan). La terminación se encuentra también en Yudur (caserío Sechura)

· Namuc : Recuerda en su fonética a Otmuc : Gozo (Sechura) Punuc : dolor (Sechura) Al parecer la terminación –muc o – uc tendría relación con sentimiento o estado anímico.

· Tunape : Caserío de la Unión – Bajo Piura. Nos recuerda a la forma Nap en Turinap : Sol (Colan), Cutuc- Nap :Cielo (Colan); Cuiat-nap : Viento (Colan)

· Becara : Caserío del distrito de Vice (Sechura ) Nos recuerda la glosa Vic :Viento (Catacaos) . La terminación –rac nos remite al vocablo Guanararac : Fuego (Catacaos) y la glosa –roro : mar (Sechura)

· Mancora : Pueblo, caleta y playa en la provincia litoral de talara nos recuerda la voz Mam : Padre (Colan) y –Ura : río, agua, playa.

Claro está que estos afirmaciones son supuesto, ya que todavía estamos en pleno proceso de identificación del topónimo, lo que se ha presentado es tan solo una aproximación a la recuperación de los topónimos yungas de Piura.

[1] Eunice Cortez Chuqik’iraw historia de un nombre la valencia de un topónimo En: Revista IDENTIDADES – Diario El Peruano. Edición 92 del 05/08/2005

[2] Eunice Cortez Chuqik’iraw historia de un nombre la valencia de un topónimo En: Revista IDENTIDADES – Diario El Peruano. Edición 92 del 05/08/2005

CATACAOS : CHIM - DLA


-Chim

A la luz de las palabras dadas por el obispo Martínez es notoria la presencia en la lengua catacaos de la partícula final –Chim. Que está íntimamente ligada al grade de parentesco.

Mujer Pichim Pi-
Madre Nichim Ni-
Hijo icuchim Icu-
Hija icuchim capuc Icu- Capuc
Hermano Puachim Pua-
Hermana Puruchim Puru-
Corazón Niesiñichim Ñiesiñi-
Comer aguachim agua-


Dla

Nótese como el vocablo muerte y Morir en Colan s pronuncia Dlacati. De ello se desprende que el vocablo en si denota a Dla- como referente al cuerpo humano, toda vez que Hueso en el mismo idioma es Dladlapiram.

El vocablo Catil es un también referente al color marrón oscuro en una variedad de algodón y su uso corresponde a un rasgo de luto ante el deceso d una persona.

El vocablo dla- se refuerza también en yatadlam : hombre; podemos deducir también aquí que Yata- equivaldría lo masculino, macho, genero. Este aspecto evidencia la manera como se forman las palabras en el dialecto Colan y/o las lenguas del valle del Piura antes de la llegada del quechua y los españoles.

Se observa también como un vocablo designa dos eventos o realidades diferentes pero asociados en su origen. Así Nag ; Luna y Nug ; Luvia parecer devenir en el mismo vocablo. Igual sucede con Yup : Agua y Yup ; Rio que se diferencian marcadamente de Amun ; mar, a pesar que el concepto contiene también la idea de agua.

Se considera también que el vocablo Nap equivaldría al concepto de “arriba”, ·alto” y que en un mayor concepto se refiere al Cosmos, el universo. Ello se deduce de Cutuc-nap = Cielo; Turinap = Sol; Cuiat-Nap = Viento. El vocablo Nag = Luna podría corresponder a Nap ( o viceversa) en una variante léxica del vocablo y el hablante. Hay que suponer que el Obispo Martínez de Compañón no tuvo un solo informante, sino que la tabla fue elaborada a partir de una serie de informaciones y de ahí las variantes fónicas y gramaticales.

SECHURA: CHA, AIA, LLAM, PIAN, CHUR

Cha

Este componente solo aparece en personas de sexo masculino de condición casados. He aquí el corpus.

Picha
Pasacha
Manecha
Meyecha
Minucha
Pericha
Ruimicha


La partícula yuxtapuesta a la raíz yunga –cha y que da origen a nueva palabra, posee dos significancias en el idioma quechua :

Cha : diminutivo : warmicha – mujercita
Cha : dubitativo o interrogativo :Haykacha : ¿cuánto será?

En la encomienda de sechura estaban repartídos no solo población indígena yunga, sino también población de habla quechua de Poechos y Tangarara. Para el vocablo Manecha podemos hipotéticamente interpretarlo como Maned (beber en Muchick) y cha (diminutivo).

Aia

Este segmento también es característica en la lista de indígenas Sechura y se presenta en los nominativos :
Paiacio
Paiachixa
Paiaguadon

Este segmento esta registrado en lengua sechura y Colan, que por cierto están emparentados ( 29,41% de lexemas comunes) en los vocablos :

Yaibab : pájaro (Sechura)
Cuiat nap : Viento (Colán)
Yaiau : Pájaro ( Colán)

Este segmento “aia” derivo a la forma “ya” tal como se demuestra en el vocablo Yeya : Pájaro (Lengua Catacaos). Esta derivación parece confirmare con el vocablo Guayaquil que parece devino de Guaiaquil tal como se registra en el mapa “Peruviae Aurifea Regionis Typus” de Diego Méndez Ambers[1] de 1574. Guayaquil se encuentra en la costa ecuatoriana y compartió de alguna manera la tradición lingüística tallana.

Llam

De igual manera es frecuente el segmento inicial Llam- en los vocablos :

llamani
Llampan
Llampe


Pian

Aparece como segmento final en :

Llapian
Leimpian
Axanpian
Chimpian

Que al menos parece corresponder a otro segmento.

Chur

En cuanto a este segmento, es también característico en la lista Sechura, con la diferencia que aparece solo Chur en nominativos masculino :

Chur (1572)
Cuchur (Sechura 1572)
Churi (que parece vocablo quechua)


Para el género femenino se identifica Llluchur. En estos solo existe un vocablo diferente : Colanduchur, donde es identificable el vocablo Colan (Costa paiteña) asociado a un vocablo sechura, que estaría reafirmando el parentesco.

En la toponimia encontramos Chucur (caserío Cristo No valga – Bajo piura). Este segmento Ur está asociado al complejo –ura.

[1] Diego Méndez A. Mapa de la región Aurífera del Perú. 1574. En Atlas Geográfico del Perú.

CATIL


El vocablo Catil constituye una de las expresiones yungas que idiomáticamente supervive hasta hoy. Su existencia está comprobada en la lengua Sechurana y Cataquense. Si bien es cierto en la lista elaborada por el obispo de Trujillo Martínez de Compañón no se registra el vocablo tal como se expresa hoy, pareciera que en dichas listas aun subyace el vocablo y su significancia.

Los nominativos que permiten inferir nuestra hipótesis provienen de la lista completa de Tributarios de la Encomienda de Sechura presentada por su gobernadora y “cacica” Isabel Capullana el 15 de noviembre de 1572. Todos los nominativos corresponden a “Apellidos” (en realidad son los nombres de nuestros antepasados) de mujeres que pertenecen a las parcialidades de Sechura, Nunura y Pisura[1]
La relación que se consigna y de la cual hemos ordenado pertenece a las Parcialidades Sechura, Pisura y Nonura :

Sucatil
Yancatil
Xinticatil
Suciatil
Curacatil
Iucatil
Tucatil
Nocatil
Incatil
Catil
Ymacatil

En un juicio de 1656, sobre excavaciones clandestinas en la huaca Narihuala, se cita a Francisca Yuncatil, “yndia… viuda y natural del pueblo de catacaos[2]

Este vocablo es también registrado por Josefina Ramos de Cox en la flora piurana. En el área del Bajo Piura con el término “Catil” se designa a cierta variedad de algodón (Gossypium barbadense) de color pardo u oscuro.

James Vreeland (1965) en su estudio sobre la etno arqueología textil de Lambayeque destaca que :

“Los campesinos y tejedores de hoy identifican por cinco nombres diversos matices de algodón. En el conjunto de valles Mochica hablante se usa el término Huico para denominar la fibra de marrón claro; en tanto que Bombasil y Catil son usados en el valle del Piura para referirse a los colores marrón[3]

El mismo autor destaca el uso de hilos de algodón marrón trabajados en las puntas de los cabellos formando dos largas trenzas que aun siguen usando actualmente las mujeres de la comunidad de Morrope, Tucume, Monsefu, Catacaos, Tallan entre otras comunidades . Las trenzas de algodón también están representadas en la alfarería prehispánica de ambas áreas ( Lambayeque – Piura).

Así tenemos que en lengua Colan Dlacati significa “Muerte” y “dolor” , y en lengua Catacaos Lacatu significa “morir”. Con el nominativo Catil se designa en la actualidad a una variedad de algodón de color morado y marrón, y de allí , es posible que haya derivado hacia la forma de denominar una vestimenta femenina. También podría evidenciar que el color en si ( marrón o morado) se asociaría al carácter de viudez o dolor por la pérdida de un ser querido.

Pero el vocablo Catil no es exclusivo en el área Yunga de Piura. En la sierra de Piura, específicamente Frías (Ayabaca) hemos localizado el topónimo Sacatil caserío ubicado entre las cuencas de los ríos San pedro,. Frías es un espacio geográfico donde se hablaba el Muchick en 1644.

Es indudable que el vocablo Catil pertenece a la lengua Sechura , que de un estado de ánimo (pena, dolor, duelo) haya transferido su significancia a una denominación de color dentro del conocimiento cromático de los yungas piuranos.

Por otro lado el vocablo está asociado en cuanto a su procedencia, al conjunto toponímico Ura, identificado por los topónimos Sechura. Pisura y Nonura. Podemos ir más lejos aun en esta arqueología lingüística. Si descomponemos los vocablos , aislando Catil , podríamos encontrar nuevos voces del mundo lingüístico Sechura o de alguna de sus contemporáneas leguas vecinas Catacaos y Colán. Veamos :

Su- Iu- Yan- Yma- Sui-
In- Cura- No- Tu- Xinti-

Estos vocablos nuevos cuyo significado desconocemos al menos si tomamos como referencia la Lista de Martínez de Compañón; es posible rastrearlos en el Mochick, toda vez que el vocablo comparte ambas entidades idiomáticas.

[1] Todas las mujeres que llevan este nominativo están registradas como viudas.
[2] Fernández Villegas, Oswaldo. La Huaca Narihuala: Un documento para la etnohistoria de la costa norte del Perú.1990:126
[3] Vreeland , James V. Presencia histórica de Lambayeque (1985) Citado por Cesar Toro Montalvo. Antología de Lambayeque . CONCYTEC, 1986. pp.460-466.

PIURA


Existe aun en la historiografía local , controversia respecto al origen y significancia del vocablo “Piura”. Desde hace mucho tiempo historiadores señalan que Piura es una palabra quechua cuya significancia es “troje” o “Granero” .Se cree que derivaría de PIRHUA . Se afirma ello, asumiendo que durante el horizonte tardío la zona era una base de aprovisionamiento del imperio inca quienes habían sometido a los yungas tallanes en tiempo de Huayna Capac .

El extinto educador, historiador y periodista huancabambino Néstor Martos fue el primero en discrepar con el origen quechua del vocablo .Las razones que esgrimió fueron:

1.- En la costa son muy raros los topónimos quechuas
2.- La efímera dominación cuzqueña
3.- Nadie habla quechua en Piura desde hace mas de tres siglos

Y otras más que sustentan su postura, aunque no llego a establecer ni postular el posible significado de la palabra .En cierta manera lo dedujo pero no lo definió .

El primero que escribe la palabra Piura es Francisco de Jerez (Verdadera Relación de la Conquista del Perú ) quien designa con el nombre de Piura al río y no al poblado (“en tres días llego al valle de Piura , a una fortaleza de un cacique “) .Se deja entender que el poblado tomo el nombre del río y que el río y el valle se llamaban Piura . Cristóbal de Mena en su “Crónica del Perú “ (1534) denomina Piura a un pueblo (“En un pueblo que se dice Piura ”...) Fray Martín de Morua en su “ Relación de la ciudad de San Miguel de Piura “ señala que “Este poblado es un valle que se dice Piura , que es su propio nombre no tiene significación” . Paz Soldán en su “diccionario estadístico y geográfico del Perú ” deriva Piura del Aymara

Con todo queda claro que Piura significancia ha quedado postergada, y ya se hace necesario rescatar algunas líneas que nos lleven a reconocer su origen.

Como parte de nuestro proyecto lingüística prehispánica del departamento de Piura asumiendo la tarea de investigar el panorama idiomático yunga tallan y serrano guayacondo. Huancapampa de manera diacrónica . Algunas pesquisas toponímicas fue el territorio costeño nos llevaron a abogar el siguiente planteamiento en torno al posible origen del vocablo Piura

El área yunga del departamento estuvo signado para la existencia del llamado idioma “Sec”. Hoy sabemos que existieron tres lenguas .Catacaos , Colán y Sechura .Las dos están íntimamente emparentadas y se agrupan bajo la denominación de Tallan y la Sechura posee una identidad propia , aunque para su cercanía con las demás posee algunos vocablos en común .El sec corresponde a la lengua Sechura.

El análisis toponímico no permitió registrar un segmento toponímico /ura/ que a pesar de ser escaso denota que tuvo fuerte presencia en el Alto , Medio y Bajo Piura

Este segmento esta dado por los topónimos

Piura – Río , valle , poblado (Medio Piura )
Sechura – Pueblo , bahía – (Sechura)
Nunura – playa poblada –(Sechura)
Pisura –playa poblado –(Sechura)
Casura - no ubicado
Lalura - No ubicado
Rurap - No ubicado
Congora - Pampa entre Paita y Piura
Mancura - ( Paita 1940, Hoy talara)

Otras evidencias tenemos en Pillacura o Villacura[1] un paraje en el valle de Catacaos. También en el apellido Juan Susura,[2] yanacona de la hacienda Mancora ubicado entre el pueblo de Amotape y Tumbes

En Ecuador encontramos el topónimo Chaltura, cerro y población en San Antonio de Ibarra .[3] El segmento Ura está asociado con frecuencia al concepto de Agua, Río, Bahía, playa, etc. El valle de Piura se encuentra cortado por el río homónimo; Sechura en el valle del bajo Piura cerca al mar y desembocadura del río Piura. Nunura, Pisura son playas y centros poblados. Hasta aquí se evidencia que el valle y los centros poblados toman el nombre del curso de agua.

Definir la significancia el segmento resulta dificultoso, en embargo podemos suponer algunas líneas orientadas hacia este objetivo.

En la Lista del Obispo Martínez de Compañón (Siglo XVIII) que registra 43 voces en lengua Sechura, Catacaos y Colan no encontramos esta partícula, aunque existe ciertas vocablos que pueden emparentarse con el. Así, en dialecto Sechura : Yoro = Sol, equivalente a claridad, día, caliente, arriba . Richard Spruce (1864) registra Yura = Luz, Roro: Mar (Coyo roro : playa) .En Colán y Catacaos no existe vocablo alguno referente.

La significancia de Sechura podría ser :

Sec : Cortar
Ura : agua, río, playa

De ahí desembocadura, bahía

El apellido Nunura y la denominación de playa homónima devendría de

Nun : madre (Colan)
Ura : rio, agua, Playa

Para Piura podría postular :

Pi : Mujer (En lengua Catacaos : Pichi y en Colán : Pim
Ura : agua, río, playa


La significancia del topónimo de alguna forma estaría denotando la particular presencia de una deidad del agua , imagen tan recurrente en la zona costera del Perú donde las deidades en su mayoría son femeninas.

Como Sea Piura como topónimo forma parte de un complejo sistema idiomático que denota la presencia indiscutible del Culle y su interrelación con las lenguas locales (Catacaos en la costa ) y el Quechua foráneo en la sierra piurana ; diversidad lingüística que acaeció en épocas pre incas y que con el suceder del tiempo se mantuvo resistiendo al tiempo, a los hombres y a su propio destino.

[1] ADP. Venta de Tierras. Not. Valencia Domingo del P. 132. F-27.1615
[2] ADP. Not. Jiménez Sarco, Sebastián. P. 33. F-109v. 1728.
[3] Bolivar Vitten 1980: 22. Quito

TANGARARA


El centro poblado de Tangarara se encuentra ubicado a 12 Km. al oste de la ciudad de Sullana (Cap. Prov.) en la margen dacha del río Chira. Su nombre es conocido porque se supone que fue allí donde el extremeño Francisco Pizarro estableció el primer pueblo español en tierras tallan y en territorio anexo del Tahuantinsuyo. Un sencillo obelisco erigido durante el gobierno del Presidente Luis M Sánchez Cerro es testimonio imperecedero

Más allá de este acto, el pueblo sigue siendo uno más del valle del Chirla esperando el apoyo gubernamental para potenciar su desarrollo

Pero no es e la fundación de San Miguel de Tangarara lo que trata este articulo. Nos interesa esbozar algunas líneas acerca de la etimología del vocablo en si; las mismas que forman parte de nuestra trabajo de investigación sobre “lingüística prehispánica del departamento de Piura

En tiempos prehispánicos Tangarara no era una gran ciudad como Poechos pero tampoco era una población insignificante. Era un importante asiento tallan donde estaba la residencia de los curacas locales del grupo tallan del valle del Chira, mientras que en Poechos se hallaba la capital provincial inca. En épocas hispánicas fue el asiento de la primera ciudad fundada por los españoles en 1532 y hoy no es más que un villorrio abandonado a su historia. El asiento original de Tangarara no es el que hoy ocupa el pueblo actual sino que era un lugar cercano a las playas y al embarcadero de balsas de los antiguos tallanes comarcanos

No existe hasta ahora una clara identificación del topónimo con alguna de las lenguas prehispánicas de la región.

Por un lado, Tangarara forma parte de un conjunto toponímico de amplia cobertura geográfica. Se le halla disperso en las márgenes del río Chira ( Cucungara, Tillingara, Pelingara) en el rio Piura ( Cucungara) la sierra de Ayabaca ( Cahingara en Frias, Samangara) y más al este , en el departamento de Amazonas (Bongara) en el territorio de los antiguos Chachapoyas. Este componente toponímico se caracteriza por la fuerte presencia de la terminación –ngara que pareciera tener un claro y remoto sustrato amazónico jíbaro.

En el área tallan Tangarara parece tener en su parte final –rara una clara identificación con el vocablo rora : mar en lengua Sechura [1]. Por su ubicación en la margen del río chira la significancia de mar estaría también asociado al río o al curso de agua en si como centro nuclear. Quedaría en el misterio la significancia del componente inicial Tanga-.

En la antroponimia quechua logramos identificar el componente Tanga en el apellido quechua de Huancabamba : Bilitanga[2]. A partir del análisis del vocablo el Diccionario Quechua Cajamarca Cañaris el componente inicial de Tangarara podría relacionarse con la voz : Tanqay : empujar, dar empellones. Asumiendo por relación que Tanga derivaría de tanqay podemos postular que el topónimo Tangarara correspondía un nominativo quechua y lengua local donde predomina lo andino, pero ello nos parece difícil de aceptar y proponer. toda vez que el vocablo local (roro: rara) está en dialecto Sechura lo que no corresponde al área del Chira al menos eso parece indicar la distribución dialectal esbozada por Alfredo Torero (1987). Aunque resulta interesante el vocablo y su relación en el sentido de que el Tangarara prehispánico inicialmente no estaba en el sitio que hoy se le conoce, estaba cercano a la playa, a modo de Puerto. Tangarara era un poblado tallan en la parte baja del valle , mientras que Poechos era el campamento del gobernador inca en el valle del chira y estaba en la parte alta.

Además, la ocurrencia del componente final en un área tan alejada de Piura como Amazonas hace que reconsideramos esta posición.

De acuerdo a datos recurrentes en otras regiones el topónimo Tangarara pude tener su origen en la floresta amazónica. Una prospección bibliográfica en los diversos diccionarios quechuas permitió ubicar el vocablo en la variedad Ayacucho Chanca recopilado por Clement Prroud. Según el diccionario del citado quechuologo Tangarara es el “nombre de un cerro alto cerca de Churcampa; y es también el nombre de un árbol de la selva en el que anidad las hormigas Tangarara, las mismas que son muy agresivas, de color rojo y su picadura produce fuerte irritación en la piel, juntas pueden volver loco o matar a un hombre”

El Dr. Ramón Ferreira (1988) en su estudio sobre la flora y vegetación de la cuenca del Ucayali identifica a la Palmera tangarara (triplaris pavonii) del orden polygonacea de talla mediana, siempre verde que se encuentra entre los 1200 y 1800 m.s.n.m en una zona propiamente ceja de montaña.

El vocablo Tangarara también nos remite a un ave pseriforme de la familia traupidos, de vistoso plumaje que vive en zonas templadas y tropicales de América.

Según el Padre Morua (1616) el vocablo Tangarara significa “rivera de la diosa”. Para Renee Lesson (1823) el topónimo es el nombre de un tipo de gorrión peculiar de Piura. El padre Esteban Puig (1982) destaca que el otro nombre de Tangarará era Pullacala.

Otro vocablos asociados a Tangarará y que denotan su significancia relacionada con puerto, agua, río son :

Tangana : palanca de unos 6 mts de largo de manera de roble que desde la barca apoyan en el fondo para dirigir a las embarcaciones a través del río.(Puig 1982:198)

Angara es un mate que se usa como recipiente. Es más hondo y redondo que la lapa, Dadas sus dimensiones se le emplea como batea para lavar. (Puig,1982:32)

El origen del vocablo tallan parecería pues estar emparentado con algunos dialectos amazónicos que traspasaron la cordillera oriental andina y se establecieron en los valles y la costa litoral. Ello podría conformarse con el hecho que los tallanes señalaban ser oriundos de las montañas, entendiéndose esta como la ceja de selva. Esta hipótesis en cierta manera refuerza las tesis de reconocidos jivarologos (Karsten, 1951, Whitten 1970,1976,1985) que sugieren la idea que uno de los dialectos jíbaros habría servido de lengua franca desde las montañas amazónicas hasta las tierras calientes de los valles costeños antes de la expansión del quechua en el sur del Ecuador .

Ello deja a su vez suponer que un conjunto étnico jíbaro (Bagua – Chachapoya) podría haber contraído un territorio transversal entre la vertiente oriental de la cordillera de los andes y el pacifico hasta fines del primer milenio antes de nuestra era.[3] El estudio de los petroglifos arcaicos y formativos que desde Samanga se esparcen hacia las tierras bajas cercanas a la costa podrían ser una explicación de esta migración idiomática. Polia (1986:123) sostiene que los petroglifos son evidencia de antiguas migraciones del este y Noreste hacia el oeste. Establece comparaciones con los petroglifos del rio Napo, Guallahuanca Pantiacolla (Ato marañón) y Pusharo (Madre de Dios)

Ruth Shady (1987:84) señala que la cultura formativa Bagua se ubicó en una zona de frontera cultural entre las sociedades del centro y norte andino y los andes septentrionales. Frontera que se prolongaba hacia el Oste del valle de Huancabamba e incorporaba a Piura y quizás batan Grande y Lambayeque .

Durante la fase Bagua la relación más estrecha se daba en los valles dele extremo norte peruano y con la sierra de Ecuador. Hacia el horizonte Medio los Chachapoyas guardan estrecha relación con Cajamarca (Estilo cursivo floral).

El rol de los Chachapoyas debió estar en función de intermediarios que ejercerían el comercio de productos amazónicos dada la existencia de conexiones con la cuencas del Huallaga y Ucayali. Hacia el occidente una de sus vías naturales los conectan con el valle de Cajamarca, Trujillo y otras más distantes como la sierra de Jaén y Huancabamba y los valles de Lambayeque y Piura; vías que pondrían en contacto a los pueblos del Pacifico y de la Amazonia.

Es probable que en un tiempo atrás (El formativo) grupos amazónicos hayan migrado hacia la costa del pacifico, tramontando la cordillera occidental andina estableciéndose en los valles y el litoral, otorgando denominación a los lugares en su lengua.

Lo planteado parecería también confirmarse por la existencia de algunos topónimos de la región del oriente del valle de Cusibamba (Territorio de los Bracamoros) como Tangoraca, Morocara, callanga y Palanda que por so fonética se emparentan con los topónimos piuranos de Tangarara, Macacara, Putulanga ( Sullana) y Palambla (Canchaque Huancabamba)

Con todo creemos en primera instancia que nuestro topónimos tangarará no es tallan ni quechua, sino que constituye un remanente lingüístico amazónico asimilado al conjunto étnico tallan.

[1] Lengua Sechura según la lista del Obispo Martínez de Compañón.
[2] Mendoza palacios, Rudy. Los Incas y el Quechua en Piura. 1993.
[3] Anne Marie Hocquenghuem. “para vencer a la muerte”.1995

LAS ETIMOLOGIAS TALLANES DEL DR. MANUEL YARLEQUE ESPINOZA

Don Carlos Robles Razuri publico en 1976 una lista con vocablos tallanes, las mismas que fueron originalmente recogidas por el Dr. Manuel Yarleque Espinoza en 1922, quien confiesa que le fueron transmitidas desde tiempo inmemorial. Este listado de 92 vocablos se hicieron famosas y fuero citados frecuentemente en trabajos históricos y en la enseñanza de la historia local de nuestras escuelas..[1] Muchos textos educativos e investigaciones tomaron estos vocablos como verdaderos y ayudaron – sin pretenderlo- a deformar el conocimiento que sobre la lengua de los yungas piuranos poseíamos

Un análisis de este listado “tallan” permite evidenciar cierta falsedad o “tergiversación” en los mismos; ya que no cumplen con ciertos requisitos para denominarlas etimologías. Veamos ahora el fundamento de nuestras aseveraciones.

1.- El corpus etimológico no señala el origen de los mismos ( área geográfica e informante aunque se supone fueron recopilados en Catacaos en la primera o segunda década del siglo XX)

2.- Los etimologías guardan analogía semántica y fonológica y morfológica con los nombres de los pueblos y los apellidos de las personas de los tiempos actuales; lo cual hace que sea improbable que una etimología permanezca inalterable con el correr de los años, claro está que eso es posible aunque solo en aquellas casos donde la importancia así lo requería (vg: Piura, Paita, Huancabamba, etc.)

3.- Existe uso en demasía del sufijo “alac” (que pareciera aludir al Muchik : alac : señor) “arac” (corrupción del anterior?), Anac , Achec, Upuc, etc.

4.- No existe en ninguna de las voces Catacaos, Colan o Sechura referentes fonológicos ni morfológicos que sustenten los sufijos anteriormente señalados. Salvo en la legua Sechura donde se guturiza –uc , -ac o en la lengua Catacaos donde es constante la sonorización –ic , uc , ac.

5.- Es notorio cierto arreglo o reacomodo de las etimologías con significancias quechuas, lo que parece evidenciar que el listado se elaboró tomando como referente un conocimiento superficial del quechua. Aquí estamos antes dos supuestos: el Dr. Yarleque sabia y hablaba el quechua o dichas voces en realidad fueron recopiladas y tienen un sustrato quechua. En Narihuala habían mitmas de Chachapoyas que hablaban el quechua.

Jacobo Cruz Villegas declaraba en su obra prístina que el Dr. Yarleque “ sabia y conocía los estudios de Fray Antonio de Calancha. Se refiere a los de la “Crónica Moralizadora de las Provincias del Perú” y se apresura a declarar que “ para nada tomo en cuenta tales estudios”.[2]

Ejemplo de lo anteriormente dicho esta :

· Simbila : Yarleque le acomoda Simbi Alac : curaca de trenzas largas
En quechua Shimpa refiérase a la trenza de varios colores

· Coscomba : Yarleque arregla Ccosc Comba : camino real del Inca

Parece aludir al Qosqo o Cusco una forma regional de llamar al Inca. Por la pampa de Coscomba ( hoy A.H “San Juan” La legua) corría un ramal del camino inca en la costa y está registrado en el mapa de linderos de la comunidad campesina de Catacaos

· Narihuala : Yarleque señala Ñari Walac : “Ojo grande que avizora en la lejanía”
Parece corresponder a la dialectización local de Ñawi : Ojo (Ñari o Ñari) y de Huala (Walac) cuya significancia es Cerro, Alto, Promontorio en quechua Chachapoyano. Así el topónimo ÑariWalac pareciera corresponder a un sitio alto , una fortaleza desde donde se puede Ver (avizorar) la lejanía o todo el valle de Catacaos. Quien haya visitado este centro arqueológico podrá comprobar su función de atalaya o mirador .

· Chapaira : El Dr. Yarleque anota Chapac Yura : espía blanco, aforador
Nos remite a Capac :Persona rica, Señor poderoso (Rostoworski) y Yura : Blanco (Colan). Este topónimo como se aprecia esta reacomodado a la fonología actual .

Pero el Dr. Yarleque es veraz cuando anota que ciertas “etimologías” tiene un origen quechua . así señala para :

· Chaquira : Chacquir Arac y aclara que viene “del quechua Chaquira: collar de cuentas de colores
· Inga : Inga del quechua Inca : Noble, Señor
· Sinchao : Shinchao : legionario, su prole. Del quechua Sinchi : soldado valiente.

6.- En otros casos, las etimologías presentan algunas rasgos interesantes como en ;

· Lengash : el río Piura a quien define como : río huaquero e inestable
· Huangash Alac ( topónimo Huangala en Sullana) que define como bajada al río, desfiladero. Nótese la terminación –gash en este vocablo y el anterior.
· Tampu Ccomer (Alto de Chiclayito) : que define como tambo Verde. Donde Tampu deviene de tambo, lugar de descanso, y la lógica señala que Ccomer se asocia a verde. ¿Sería esta una denominación de un color en lengua local?

7.- En general No existe correspondencia entre la raíz etimológica , el significado y el nominativo actual.

· Mecchatu (Mechato : apellido) : Bailón y Comelón
· Sirlu Upuc (Silupu) : Bailón y comelón

Nótese como otorga el mismo significado a dos voces de diferente escritura

En general pareciera que el informante asimilo ciertas particularidades fonéticas del quechua adecuándolas al mundo lexical del dialecto local.. No obstante lo cierto es que el Dr. Yarleque tergiverso los antropónimos y topónimos de manera que estos coincidan con su denominación actual. Desagrega palabras, aumenta sufijos cuasi inexistentes y mezcla ambas categorías (de pueblos y apellidos). Además su lista dividida en las dinastías de Mec Nom pareciera imitar al mito de Naimlap y su corte lambayecana.

Lo rescatable de estas etimologías tallanes sería el posible registro de la tonalidad o de algunos rasgos lingüísticos prehispánicos donde es notorio la guturización de ciertos componentes. Se demuestra así la falta de rigurosidad científica en las lista presentadas por el Dr. Yarleque , un sabio en su tiempo, pero estos errores fueron producto de una necesidad y/o sentimiento lingüístico del referido doctor. En apoyo de la verdad creemos que podrían tratarse de voces tergiversadas con el transcurrir del tiempo pero ello es casi imposible.

Con todo nuestro coterráneo , el Dr. Yarleque fue un sabio para su época, un hombre dotado de un sentido de pertenencia, identidad y de una curiosidad innata y creadora propia de los piuranos.

[1] “Etimologías tallanes transmitidas desde tiempos inmemoriales” – Diario EL TIEMPO edición del 7-11-76, 14-11-76 92 vocablos de pueblos y personas.
[2] Jacobo Cruz Villegas. Ccatac Ccaus: historia de una comunidad indígena”. CIPCA , Piura 1980

LA SIERRA PÌURANA


La sierra de Piura está constituida por el territorio que ocupa las actuales provincias de ayabaca, Huancabamba y parte de Morropon, específicamente los distritos de chalaco, santo domingo y santa catalina de Mossa. Geográficamente la sierra piurana se encuentra comprendida por el rio calvas al norte, el rio Olmos al sur, los ríos Chira y Piura al oeste y el rio Chinchipe al este.

Altitudinalmente va desde los 200 msnm (Suyo - Ayabaca) hasta los 3990 msnm (cerro Negro – Ayabaca) que determina una gran variedad climática y diversas zonas de vida, que van desde el monte espinoso tropical ( 200- 500 msnm) hasta un bosque muy húmedo – Montano tropical ( arriba de los 2800 msnm)

Este territorio posee una geografía particular que albergó a sociedades prehispánicas, laboriosas y tenaces en el dominio de esta prodigiosa y agreste naturaleza. Grupos humanos conocidos como Huayacuntus y Huancabambas, de tradición ancestral jibara se establecen en esta área, manteniendo contacto con los valles costeños y la amazonia. Este carácter de intermediarios les permitió asimilar elementos culturales foráneos donde el idioma no escapó a esta condición.