sábado, 23 de enero de 2010

NGA, ANGA, TANGA

Una característica frecuente en el ámbito costeño y andino del departamento de Piura es la fuerte frecuencia del componente –nga – anga, cuya ocurrencia en la sierra de Ayabaca y Huancabamba, Sullana ( provincia costera cercana a Ayabaca por la cuenca del Quiroz), Morropón y casos aislados en la zona del Medio y Bajo Piura; indican que quizás en un tiempo atrás existió un idioma o lengua que sirvió de lengua franca o de relación (cultural y comercial) entre los grupos étnicos de los valles costeños y alto andinos del departamento. Podría postularse que atendiendo al origen de las etnias costeñas de Piura, que señalan su procedencia de “Las montañas” , entendiendo por montaña a la ceja de selva o llanura amazónica , podíamos establecer que el componente seria una reminiscencia de alguna lengua jíbara (palta?) que otorgaría cierta identidad (solo a nivel lingüístico) a los diversos grupos étnicos que se establecieron en el territorio costeño y andino de nuestra región.

El idioma Palta o Xoroca era hablado en el sur ecuatoriano y en la cuenca alta del rio Chinchipe colindante con las del Quiroz y Huancabamba. Alfredo Torero (1993:456:459) sostiene que estaba vinculada con los antecesores de los idiomas jíbaros modernos. En el siglo XVI el Palta era hablado en el sur ecuatoriano colindante con Ayabaca denominada área sur occidental. En esta antigua área se registra las terminaciones nama y anga mientras que en el área jíbara moderna se registran las finales toponímicas Anza y etnza ( río o quebrada o gente) , Ymi o Imi ( río o agua); de ahí que no es raro encontrar el topónimo palta Samanga (centro arqueológico de petroglifos del Arcaico y Formativo) en territorio Ayahuaca (Ayabaca) en el área este de la provincia colindante con Ecuador), y el topónimo Aranza, caserío y río ubicado al sureste de la provincia en el límite con la del Huancabamba ( al sur) y Ecuador al este, territorio de los Bracamoros en la cuenca alta del rio Chinchipe. También se registra Macuange ( Hacienda de Ayabaca en el censo de 1940)

 En la zona nuclear de la provincia de Ayabaca, Ramiro Mattos y florentino Gálvez en 1963 registraron el topónimo Paltamarca como sitio arqueológico, al NE de Ayabaca.

Pareciere que el palta se extendió hacia el sur, siguiendo la cuenca dl Huancabamba donde registramos el topónimo Jamanga nombre de centro poblado (Sondorillo, margen derecha del Huancabamba) Lipanga ( caserío en Huarmaca, margen derecha del Huancabamba) topónimo éste muy alejado del área original palta, a no ser que se trate de mitmas o enclaves paltas en esta zona.

Hacia el Sur oeste la posible presencia toponímica palta podría haberse desplazado siguiendo la cuenca del río Quiroz a través de la provincia de Caxas que limitaba con los Yunga tallanes por medio del río Chipillico (afluente del Quiroz) , de ahí la presencia toponímica en vocablos como Putulanga y Lapananga caseríos de la provincia de Sullana.

Por lo afirmado ello explicaría quizás la fuerte presencia en todo el departamento del grupo toponímico con características –anga , como aquellos que terminan en –gara : Tillingara ( hacienda en 1714) Horatanga (Según el censo de 1948) Cucungara, Tangarara, Pelingara en la Provincia de Sullana ; Samangara y Cahingara en la Provincia de Ayabaca.

El componente ANGA no es exclusivo de los topónimos sino que también se encuentra en nominativos como Bilitanga , un apellido de la sierra de Ayabaca.

En territorio amazónico encontramos también el componente –anga asociado a cursos de agua o ríos. En el departamento de Loreto se hallan : Tipuanga ( poblado en la margen izquierda del Marañon), Yunapanga (afluente del Marañon), Tangarana ( afluente del río Morona, provincia del Alto Amazonas), y en el departamento de Amazonas se registra Tarangasa ( río afluente del Marañon en la provincia de Bagua) y Aramanga ( poblado en la margen derecha del río Utcubamba , provincia de Bagua).

Esta terminación tiene una distribución espacial mucho más amplia que va desde Bucaramanga (Provincia de Santander, Colombia), Cariamanga (Loja , Ecuador), Sosoranga (pueblo ecuatoriano a 6 leguas del río macara), Huamantanga ( Provincia de Canta , Lima-Perú), Pauranga (Huancavelica), Huasicanga (Ancash), etc..

Para el área colombiana, Bucaramanga se encuentra dentro de un área no quechua y es claro exponente del componente referido. El topónimo se encuentra ubicado en la provincia de Santander en el macizo de los andes colombianos. En Colombia el quechua se habla en la Intendencia del Putumayu limite del Imperio Inca por el Norte bajo el nombre de Inga; un dialecto perteneciente a la familia quechua con 16.000 hablantes. En esta encontramos las voces:

• Angu : raíz

• Panga : hoja

Francisco Tandio y Stephen Levinson (1989) señalan que existe diversidad de pronunciaciones en los dialectos del Inga, y que las diferencias entre las mismas son no a nivel del sistema fonológico del idioma, sino a diversas realidades alofónicas. ¿Sería este el caso para el quechua en la sierra de Piura y que explicaría la presencia de anga, panga, tanga?.
En algunos casos pareciera que este vocablo corresponde a una deformación del quechua Panka : Hoja ; Tanka, y que se asociaría al segmento Li : nombre de una planta amazónica para el caso de topónimo Lipanga en Huancabamba; pero evidentemente ello queda a la discusión ya que también podría tratarse de enclaves amazónicos o mitmas en tierras alejadas de su territorio original, como bien lo prueba los topónimos del CAT : Ocongate (pueblo) y Ausangate (nevado 6.384 m.s.n.m) en la cordillera oriental andina el Cuzco y el vocablo Yunchicate , un pueblo en el afluente del Utcubamba ( parte alta) de la provincia de Bagua en el departamento de Amazonas.

La presencia del componente ANGA en algunos casos compromete su identificación palta con el Quechua; ello en razón que al parecer fue común variar la K del quechua por la G de los nativos hablantes de la sierra piurana. De ahí que diferenciamos algunos topónimos quechuas como Chunga o vocablos como Shanga , Shangala, etc cuya recurrencia en notorio en el quechua Cajamarca – cañarís (Ver Quesada, 1978). Es curioso este último vocablo Shangala ( jaula hecha de varas y pasayo utilizada para guardar menaje domestico y/o quesos) toda vez que también se le conoce con el nombre de AJANGO (sustrato Palta en el quechua de Cajamarca?).

jueves, 21 de enero de 2010

NAN,NAM , NAMA

Retomando el área toponímica Palta, Taylor ( 1994:50-51) registra en el siglo XVI las terminaciones NAM/NUM ( Nama o Numa) TSA/ NTSA (Entza : curso de agua). Sin embargo encuentra diferencias entre los Huayacundos (Cacas y Ayahuacas) y los calvas ( Paltas – malacatos). La primera diferencia a su parecer es la escasez de topónimos jíbaros en tierra guayacunda y la segunda es la diferenciación que realizan los documentos y las divisiones coloniales establecidas manteniéndose hasta la actualidad. No obstante registramos los topónimo Chimbinuma y Samanamaca correspondientes a hitos fronterizos entre Ayabaca- Ecuador


La terminación Nam o Nama la hemos registrado en el topónimo Cashannama, caserío del distrito de Sondorillo en el área sur este de la provincia y margen izquierda del río Huancabamba y a la derecha de la quebrada Mazin, límite natural con los Tabaconas, un área bastante alejada del contexto idiomático palta. (Se trataría de evidencias de mitimaes Paltas en una zona altamente incaizada de Huancabamba o un topónimo que fundamenta la tesis de que el palta u otro idioma jíbaro fungió de lengua de relación en tiempos pre incas)

Hacia el área central del departamento de Piura, en la Provincia de Morropón registramos el topónimo Namayaco (caserio del distrito de salitral), Nammuyu (Chalaco, 1940), este último vocablo corresponde al parecer a una variante del quechua Ñam Muyu o camino del mullu que indicaría una ruta comercial terrestre de este molusco hacia o por la sierra de Piura.

Respecto a la terminación NAMA podría tratarse en los casos citados del componente NAMO /NAMU con el cual acaban todos los antropónimos en la lengua Quing Nam que tiene el significado de padre o señor , de ahí el nombre Pacatnamu.

ACHE,GACHE.LACHE,MACHE

Otra característica toponímica frecuente en el área de la provincia de Huancabamba son las terminaciones ache , lache, gache, mache que parecen en diversas terminaciones de diversos topónimos, antropónimos y denominaciones de flora local. Su presencia va por toda la cuenca alta y media del río Huancabamba. Los topónimos a que nos referimos son : Sapalache (quebrada y pueblo del distrito de El Carmen de la frontera) Lacmache, Cascamache en la parte central de Huancabamba) .En la cuenca media encontramos Ulpamache y Siclamache , caseríos del distrito de Sondorillo al sur de la ciudad de Huancabamba. Estas terminaciones no aparecen en otro lugar de la sierra piurana en la toponimia .


Josefina Ramos de Cox registra en su listado de topónimos para el área de Ayabaca los topónimos : Calalache y Culucmache. Aunque no define si se refiere a centros poblados o cursos de agua.

Su recurrencia es significativa en algunos antropónimos de Ayabaca : Cungarache , Llacsaguache ( apellidos en el distrito de Ayabaca) y en Masaguache (flora) o Masahuache (Huarmaca, 1940). Malache un río en el distrito de Pacaipampa afluente del Quiroz.

La ausencia de los componentes se da al sur de la provincia donde no esta presente ni es recurrente en compañía de otros vocablos.

Como se logra apreciar, los topónimos, antropónimos y flora registrados es común la terminación Lache (Calalache, Sapalache), Mache ( Lacmache, cascamache, Ulpamache, Siclamache) y Gache (Cungarache, Llacsahuache)

El área donde se registro los nominativos está asociado fuertemente a la cuenca alta y media del Chinchipe y todo el curso del río Tabaconas. Torero (1993 :364-365) expresa que el quechua en la cuenca del Huancabamba parece haber sustituido a otra lengua al menos caracterizada por el segmento final “mache”.

Si extendiéramos el área de investigación hacia los valles costeros , encontraremos también la terminación –ache con frecuencia en apellidos yungas de la cuenca del Chira y el curso medio y bajo del río Piura. Nos referimos a Colanache, Itache, Pulache ( En Colan y Sullana) Pasache (Catacaos). En algunos topónimos como Chulliyache (Playa Sechura) y en Mecache (el nombre de una parcialidad de Catacaos).

Este presencia podría evidenciar relictos de una antigua lengua que se habló en Piura antes de la introducción del quechua tal como lo sostiene Alfredo Torero con la salvedad que mientras el solo la sitúa en el ámbito serrano , nosotros creemos que esta se extendió hacia los valles costeros.

Postulamos que esta terminaciones estarían compenetrada con alguna de las lenguas amazónicas de los departamentos de Cajamarca (Jaén, Santa Cruz) , amazonas (Provincia de Rodríguez de Mendoza) y San Martín (Provincia del Huallaga y Mariscal Cáceres).

El Plan que contiene “43 voces castellanas traducidas a las ocho lenguas que hablan los indios de la costa , sierra y Montañas del obispado de Trujillo del Perú” elaborado por el Obispo Martínez de Compañón registra a las lenguas de los Hivitos de las conversiones de Huaylillas y la lengua de los Cholones de las mismas conversiones. El Hivito se hablaba en zonas de la actual provincia de Mariscal Cáceres en el departamento de San Martín sobre el afluente izquierdo del rio Huallaga. El Cholon se extendía más al sur en la margen izquierda del río Huallaga hasta la provincia de Tingo Maria en el departamento de Huánuco. (Torero, 1987 : 114)

En la lengua de los Hivitos encontramos algunas significancias que sostienen nuestros postulados: Cachi : agua, y Laponcachi : Mar . Como en la zona amazónica es difícil que la población tenga una noción de Mar , el vocablo Laponcachi puede referirse a un curso de agua o rio más grande que sus tributarios como el Marañón, el Amazonas o el Huallaga.

La terminación - ache está relacionada con cursos de agua. Ello puede apreciarse en topónimos de ríos como :

Quismache (afluente del Chamaya y tributario del Marañon)

Jelache (tributario del Huallaga. Prov. Rodríguez de Mendoza)

Simacache o Shemacache (afluente del Huallaga, provincia del mismo nombre)

Ushache (tributario del Huallabamba y este afluente del Huallaga. Prov. Mariscal Cáceres)

Salapache (tributario del Huallabamba y este afluente del Huallaga. Prov. Mariscal Cáceres)

Jepelache (tributario del Huallabamba y este afluente del Huallaga. Prov. Mariscal Cáceres))

Jelache (tributario del Huallabamba y este afluente del Huallaga. Prov. Mariscal Cáceres)

Tocache (Afluente del Huallaga)


Creemos que esta terminación y sus variantes tiene significancia de agua o río. Sería entonces que las terminaciones –ache son una evidencia que en una época una lengua amazónica sirvió de lengua franca entre la floresta amazónica , la vertiente oriental y occidental de los andes Norteños y los valles de la costa piurana. Y ello puede ser la explicación, del porque en una zona costera tan alejada de la floresta amazónica, encontramos a Jibito, como nombre de un centro poblado ubicado en la margen izquierda del rio Chira en la Provincia de Sullana, Piura que bien puede ser la variante de Hivito.

Creemos finalmente que habría que prestar mayor atención al área amazónica en un intento por develar el pasado lingüístico del territorio piurano.

HUAR - GUAR- HUARMACA

Este segmento toponímico pareciera corresponder al nombre de una planta del macizo andino. Huar Huar ( Guar – Guar) el cual es un arbusto (Datura arbórea) que alcanza el tamaño de 3 mts. Crece generalmente en lugares húmedos y también es conocida como “plata mataperrro” debido a su alta toxicidad. Esta planta también se caracteriza por tener una flor acampanada de color blanco y olorosa. En Huarmaca, la población local destaca que sirve para elaborar un narcótico poderoso. Esta planta por ser tan abundante y típica en el área andina pudo haber influenciado en los nominativos.


  
War War según el diccionario Quechua Cajamarca Cañaris de Quesada (1975) es un arbusto de hojas grandes, las cuales se emplean para cubrir el maíz en la preparación de la Jora ( Chicha).

 

 Consideramos que el nominativo de Huarmaca, con el cual se identifica una de los distritos de la provincia de Huancabamba proviene del nombre de esta planta y no del quechua Warmaka o Wamra como la mayoría de los estudiosos afirman.

  
El topónimo de Huarmaca deriva de Huar – maca. El primer elemento designa a la planta ya señalada y el segundo (maca) se encuentra asociado al vocablo Macay que en quechua significa Brujear, celebrar un rito para hacer una oración o un daño a una persona.

  
Para la lengua Culle o el Conjunto toponímico CAT, la voz MACA al parecer designa la significancia de “colina, loma, alto”.(Interesante resulta la asociación del vocablo con los cerros tutelares de la región) El Culle se extendió hasta la sierra de Piura, de allí que podría -- si el vocablo perteneciese a este conjunto lingüístico-- significar “Colina de Huarhuares

 
El nominativo huar /guar se encuentra en diversas palabras tales como :

  
Ayabaca :

  •   Huaranchi ( qda – pacaipampa)
  • Huar Huar ( Poblado – Frías)
  • Laguar ( Hito fronterizo – Suyo )

   
Huancabamba

 

  •  Guar Guar ( Huarmaca)
  • Huarmaca ( Huarmaca)
  • Huarhuar pite ( Huarmaca)
  • Huarpaque ( Huarmaca)
  • Huaringa ( Carmen de la Frontera)

 
Este vocablo está asociado a voces quechuas como Huarhuarpite , donde el segmento Pite parece corresponder a Piti : pedazo, porción. Es notable la influencia de esta planta en la toponimia andina

 

LENGUA NATURAL : Rezagos idiomáticos- La filiacion Jiabara

BULO,LULO , ULO


Este segmento aparece exclusivamente en el area de Huarmaca . Huancabamba

  • Huamanbulo (cerro – Huarmaca – Hbba)
  • Mululu (cerro Huarmaca – Hbba)

 
HUAL - GUAL

 
Lo encontraos en posición inicial y final. Pareciera conformar topónimos quechuas
  •  Hualanga
  • Hualquiro
  • Hualtivar
  • Gualanga pampa

 
JA

 
Se encuentra asociado al segmento –nga, anga, gara

  •  Jamanga (Sondorillo – Hbba)
  • Jacocha (laguna Hbba)
  • Jajan ( Huarmaca)

 
JI

 
Pareciera corresponder a una lengua jibara con el significado de leña – Fuego)

  • Jicate ( huancabamba) Cat : agua
  • Jimaca ( Huancabamba) maca : colina
  • Jiparume (Qda. Huancabamba) rumi ; piedra
  • Jilili (Ayabaca)

 
LA - LAC

 
Aparece con frecuencia en :

 
  • Lacmache (huancabamba)
  • Lalaquis (El faique- Canchaque – Hbba)
  • Laguanduza (Cº. El faique- canchaque – Hbba)
  • Lacchan (caserío Sondoillo . Hbba)
  • Lalacta (caserío Sondoillo . Hbba)
  • Laccha (Huarmaca – Huancabamba)
  • Lachallin (Huarmaca – Huancabamba) 
  • Laquirca (Huarmaca – Huancabamba)
  • Lapachinga (Huarmaca – Huancabamba)


  
LI
 
Aparece frecuentemente asociado a cerros, montañas, altos.

 
  • Jilili ( Ayabaca)
  • Tunali (Morropon)
  • Ñangali (Huancabamba)
  • Chontali (Cajamarca)
  • Canli ( lagunas de… - Ayabaca)
  • Congoli (Ayabaca, 1940)

 En posición inicial aparece en

  •   Lipanga

 
El significado original parece haber sido palo, leña de algún tipo de planta, ello en razón de que al parecer los topónimos hacen referencia a plantas como Tuna, Ñangay, Chonta, Congoña. Para el segmento inicial Ji- pareciera corresponder a la idea de Fuego asociado a la planta Maca.

  
LUN

Es frecuente en :
  •  Pulun (Hbba 1940)
  • Catulun (Hbba 1940)

 
YU
  •  Yumaca ( Sondorillo)
  • Yuguro ( Huarmaca)

 
En culle guro _ madero. Yu debería corresponder al nombre de alguna planta.

 

EL QUECHUA EN PIURA

Las provincias Incas


El análisis del mapa toponímico del departamento de Piura permite observar y definir que el quechua estuvo arraigado en la sierra de Piura : Ayabaca , Huancabamba y parte alta de Morropón ; presencia idiomática que al parecer tuvo sus antecedentes pre incas tal como lo suponíamos en nuestro primer trabajo ( Mendoza , 1993) y que la intromisión incas no había hecho mas que reorganizar el espacio andino piurano en función de sus interés de conquista y dominio.

El quechua local se organizo en función del ordenamiento del espacio en provincias: Ayahuacas, Caxas, Huancabamba, Sondor y Huarmaca. Considerados los topónimos signados como territorios provinciales, amén de algunos de ellos que no son mencionados por los cronistas de la época; puesto que solo citan ( de igual forma lo hace Garcilaso) a los Ayahuacas, Caxas, Callua y Huancabamba. La razón de ello sería porque los españoles no avanzaron a reconocer toda el área en su totalidad. Hernando de Soto en 1532 solo llego a Caxas, de ahí se informa de Huancabamba. No llego conocer a los Ayahuacas , callua, Sondor o Huarmaca. Estos lugares se reconocen más tarde puesto que las crónicas ni las refieren. La toponimia registrada parece indicar que fueron más de cuatro las provincias que los incas reorganizaron en la sierra de Piura.

Astuhuaman Gonzales ( 1998) postula que en la sierra de Piura existieron cinco provincias ( de sur a norte) : Sondor, Huancabamba, Caxas, Ayahuaca y calvas; ello en base a la evidencia arqueológica, análisis de mapas , fotografías aéreas y planimetría de cada sitio arqueológico visitado. Asumimos su teoría para sobre ella cotejar nuestras pesquisas toponímicas y establecer la veracidad de dicha información en la dirección de la arqueo lingüística, agregando una provincia inca: la de Poechos o Chincha.. Tomando en cuenta la orientación Sur – Norte veamos la correspondencia entre las provincias y la toponimia quechua.

Sondor

La provincia de Sondor tuvo por capital Mitupampa; situada en las faldas del cerro Saquir, la arqueología revela que los tambos adscritos a esta provincia se localizan en los sitios de Ovejeria, Lagunas , Uchupata, Sondor; ubicados todos ellos a lo largo del camino inca que se dirige a Cajamarca, y que en gran parte corre paralelo al río Huancabamba.

La toponimia quechua solo la hemos logrado registrar hasta Uchupata ( Uchu : ají ; Pata : Anden) en la margen izquierda del río Huancabamba ( distrito de Sondorillo) hacia el sur. Hasta aquí la presencia de los topónimos quechuas, ya que estos no existen –o al menos los mapas no los registran- hasta llegar a Chupicapirca ( Chupica : rojo ; Pirca : Pared) en la margen izquierda del Huancabamba pero comprensión del distrito de Huarmaca que en su periferia presenta dos concentraciones toponímicas quechuas situada la primera de ellas entre la margen izquierda del río Huancabamba al este y las nacientes del río Chalpa al oeste. La segunda concentración de topónimos se halla más hacia el sur de Uchupata. El límite con la provincia de Huancabamba era el cerro Saquir (2973 m.s.n.m) que Justino Ramírez ( 1966) registra como Saquirayuc.

Huarmaca

La provincia de Huarmaca que consideramos topónimo local y no quechua estaría conformada por los topónimos Hualcapampa al norte, Chupicapirca al este , Chalpa o Shalpa al oeste y Urpu ( cántaro) al Sur como núcleo principal de la provincia. Dos quebradas afluentes del Huancabamba : Huarmaca y Grande recorren y dividen la provincia. Consideramos que el limite de esta provincia con la de Sondor lo constituye el cerro Paratón ( 3417 m.s.n.m) centro cultista de la zona.

Un segundo núcleo de concentración toponímica quechua estará ubicado al suroeste de Huarmaca, donde la quebrada Huarmaca seria el lindero de esta subdivisión provincial. Tunaspampa ( pampa de la tuna) parece ser el limite entre ambos núcleos. Este segundo núcleo estaría delimitado por los siguientes topónimos : Taya ( arbusto : caesalpinia tintórea )al noroeste, Tunaspampa al norte, Cumba al este ( margen izquierda del Huancabamba) , Cóndor y Tocto al oeste ( limite con el área Yunga) y Papay al Sur. Esta subarea contiene en su interior 34 topónimos quechuas en contraste con los 18 topónimos que tiene Huarmaca. Interesante resulta este segundo núcleo en razón de que geográficamente se encuentra asociado al habla quechua Cajamarca Cañaris.

Los topónimos quechuas parecen constituir asentamientos tendientes a “desorganizar” a la población natural puesto que en la periferia de los mismos se encuentran topónimos no quechuas. Ejemplo de ello es Tunaspampa (vocablo híbrido castellano quechua) alrededor del cual se encuentran los topónimos Pashu , Congoña , Chorto, Tayuran, Parguyu y Visuso

Esta concentración de topónimos quechuas al parecer tuvo como base el hecho de que el área articularía en tiempos pre incas a las sociedades de la cuenca baja del Huancabamba con sociedades Yungas ( Mochica Sican) por el suroeste y las andinas de Guambos ( Cajamarca) al sur y los grupos amazónicos de la cuenca baja de Jaén al este. Esta articulación de claro carácter comercial había interesado al imperio inca en un afán de controlar tan importante ruta comercial que tiene en el abra de Porculla su fenómeno geográfico más importante como vía de transacciones comerciales. Arqueológicamente este hecho parece advertirse en el Ushnu de Mitupampa donde Mario Polia ( 1998) encuentra una rampa con felinos esculpidos que habrían sido tapiados por una torta o sello de barro por los incas.

Huancabamba

La provincia de Huancabamba cuya capital era la población homónima era una de las principales “cabezas de provincia” de todo el imperio. La ciudad colonial y republicana se edifico sobre la capital provincial inca y esta a su vez sobre la pre inca. En Huancabamba como toda capital existía templo al sol , Acllahuasi, Ushnu y a ella acudían las poblaciones de la cuenca alta y baja el Huancabamba , Tabaconas y Chinchipe a ofrendar y rendir culto a las deidades locales : Pariacaca y Gutiligun,(vocablo natural) pero sobre todo a la deidad solar andina.

Existe una alta concentración de topónimos quechuas en la margen derecha del río Huancabamba desde Sapalache por el norte hasta Sondor por el sur, donde el límite natural es la quebrada de Curlata ( topónimo en lengua natural) aunque pudo extenderse mas allá hasta la quebrada Shumaya como límite natural, puesto que en la margen izquierda existe el camino real ( Capac Ñam ) que se dirige hacia Tabaconas en dirección este, tramontando la cordillera oriental se pasa a la ceja de selva de la Hoya de Jaén.

Hacia el sureste pasando la quebrada Mazín (topónimo natural y posiblemente de origen amazónico) constituiría el límite de la provincia de Huancabamba con la de los indios Tabaconas. Pasando está quebrada se encuentra un reducido grupo de topónimos quechuas que estarían denotando cierto control de los grupos Tabaconas con una organización incaica verificable por el paso del capac ñam y mas compenetrados con los grupos de la cuenca abaja del Chamaya y Chinchipe.

Caxas

La provincia de Caxas organizada en tierras de los Huayacundos se enmarco territorialmente hacia el sureste de la cuenca alta del río Quiroz Tuvo como capital Caxas; pueblo que visitara Hernando de Soto en 1532, como capital provincial presenta edificaciones estatales típicas incas : Acllahuasi, templo del sol, ushnu y un Portazgo que a manera de aduana se encargaba de establecer el control de los productos que se comerciaban y tributaban al imperio. Caxas se encuentra emplazada en torno al río rey Inca y tuvo como finalidad el control de diversos grupos humanos que habitaban las alturas del río Piscan al Suroeste y a los grupos humanos que habitaban la cuenca alta del río Huancabamba y que estarían abocados a cultos pre incas, importantes shamanes . también su posición permitía controlar el ingreso de poblaciones Bracamoros.

Astuhuaman ( 1998) identificó algunos tambos adscritos a esta provincia : Paredones, tambo gentilero, gentiles de Portachuelo , jardines de laguna Mijal entre otros .

La concentración toponímica quechua en la antigua provincia de Caxas estaría dada por el cerro Vilcas ( en la margen izquierda del Quiroz) al Norte ; la Huaca al este en las nacientes el río rey Inca ( topónimo claramente identificado en su carácter religioso), Pariamarca ( único topónimo que contiene el vocablo quechua Marka : Pueblo) al sureste cerca de la naciente y margen derecha el río Piscan; Shuturume al Sur y Tamboya al suroeste.

En dirección N-S comprendería los pueblos actuales de Pacaipampa y Yamango. Al parecer Tamboya ( el topónimo alude a un tambo y cerca de el pasa el camino inca) constituirá un centro de vigilancia y control inca; además que representaría el límite entre las sociedades Huayacundo con los yungas tallanes. Tamboya se encuentra en la confluencia del río Piscan y una quebrada afluente de la misma exactamente a la mitad del cauce del río mencionado en dirección este oeste.

Al oeste , el pueblo de Paltashaco Carachuco y Chungayo ( distrito de Santo Domingo) en la cuenca del río Gallegas constituiría el límite con los yungas tallanes.

Existe un pequeño grupo de topónimos quechuas entre la margen derecha del río Piscan hacia el sur y la margen izquierda del río Pusmalca ( Pus en quechua Paloma y en culle Tierra) que parecen constituir una línea divisoria entre las sociedades andinas ( al este) y las Yungas tallanes de Serrán ( al oeste) . estos topónimos de Sur a Norte son los de Maraypampa ( Maray : batan) Coyona , Cashapampa y Succha.

Toda la margen derecha del río Piscan , desde su naciente hasta cerca de la confluencia con el río Piura ( del cual es afluente) presenta una concentración toponímica quechua que evidencia el interés de los incas por controlar este recurso hídrico.

Poechos de Chincha

Consideramos a partir de la evidencia toponímica la existencia de la provincia en el valle costero : Poechos o Pohechos, la misma que encargaría de controlar a los habitantes de las márgenes del río Turicarami ( el Chira actual) tanto en su parte alta y baja de su cuenca. Cieza de León , el cronista, afirma que :

"Poechos.. esta sobre un río llamado también Poechos , aunque algunos lo llaman Maicabilca por que por bajo del valle estaba un príncipe o señor llamado de se nombre; este valle fue en extremo muy poblado; y cierto debió ser gran cosa y mucha la gente de el según lo dan a entender los edificios grandes y muchos; los cuales aunque están gastados ¨[ destruidos] se ve haber sido verdad lo que del cuentan y la mucha estimación en que los reyes incas lo tuvieron, pues en este valle tenían sus palacios reales y otros aposentos y depósitos ...”

Indudablemente Poechos constituía sede del gobierno provincia inca con representante oficial. En tiempos de Tupac Yupanqui había un gobernador en Poechos que fue comisionado por el Inca para advertir a los “gigantes de Santa Elena” que cesaran sus abusos y desmanes contra los pobladores bajo amenaza de duro castigo.

El Apu o señor de Poechos era Maica Huillca ( Maicabilca) que estaba ahí por ordenes de Atahualpa. El curaca Tallan de Poechos fue Guacha Puru. La región o provincia que tuvo por capital a Poechos era conocida como Chincha por los indígenas. Así lo expresa el interprete Martinillo cuando dice :

Otro si: declaro que al tiempo que el gobernador Francisco Pizarro vino a descubrir estos reinos , Maicabilca , cacique de Chincha me dio al dicho Márquez y gobernador que esta en gloria a mil, el dicho Don Martín para la conquista de estos reinos y el dicho Don Francisco me recibió

El cronista Oviedo afirma que

en otras tres jornadas de camino por la tierra adentro, la vía de Chincha, se hallo un pueblo grande que se llama Poechos”

Anne Marie Hocquenghuem considera que esta “provincia” constituye paso importante en el comercio terrestre del Mullu. Hacia la sierra esta ruta se encuentra demostrada con el topónimo Chinchara o Chinchachara, una parcialidad adscrita a las tierras del Común de Cumbicus. Otros topónimos que se articulan a esta posible ruta son Chinchahual y Nanmuyu. Además por esta vía es más fácil geográficamente ascender a la sierra de Ayabaca, tierra de los Huayacundos.

PITE

Otro vocablo que es muy frecuente en la toponimia de la sierra de Piura es “pite” que aparece siempre como componente final del vocablo, algunas veces asociado al quechua y en otros a la lengua natural. Pite pareciera provenir del quechua “Piti” :pedazo

 
Los topónimos que nos permuten la afirmación anterior son :

 
Para la provincia de Huancabamba se tiene :

  • Tollapite o tocllapite (Huancabamba, Ceso, 1940)
  • Surupite (Canchaque – Huancabamba)
  • Huarhuarpite (Huarmaca – Huancabamba)
  • Tayapite (Huarmaca – Huancabamba)
  • Salumpite ( Cerro. San Miguel del Faique – Canchaque)
  •  Suripite (Qda y caserío. San Miguel del Faique – Canchaque)
Para la provincia de Ayabaca se tiene :

 
• Arraypite (Alto y bajo) en la margen derecha del Quiroz.

 

 

 
Yendo mas allá del simple registro toponímico, nos aventuramos a dar algunas significancias de los topónimos destacados :

  
Huarhuarpite

 
• Huarhuar : arbusto

 
• Piti : pedazo

 
Tayapite

 
• Taya : (s) arbusto , Tayu (caesalpinia tinctorial)

 
• Piti : pedazo

 

 Suripite – Surupiti

 
• Suru : arbusto parecido al carrizo

 
• Piti : pedazo

 

 Para los topónimos Toclla y Salum creemos que son nombres de arbustos o plantas, particularmente “Salum” que al parecer es relicto de una lengua no quechua.

 

 Finalmente se aclara que de acuerdo con su presencia, tal parece que el componente es exclusivo de la provincia de Huancabamba y se distribuye de Sur a Norte. Su escasa presencia en Ayabaca parece corresponder a una resistencia lingüística ante los topónimos paltas jibaros y/o a un deseo de control lingüístico. Esto último se refuerza con la presencia del topónimo “Chuspapite” ( Huarmaca, Ramirez,1966) perteneciente a un cerro asociado a la quebrada Yahuangate y el cerro Hualtivar, dos topónimos fuertemente asociados al Culle y a la lengua CAT /DEN

 

miércoles, 20 de enero de 2010

LOS REZAGOS QUECHUA

Hacia 1634 es notorio que el quechua continuo hablándose en la sierra piurana, específicamente en la sierra de Ayabaca en el área de la cuenca del río chipillico. En un juicio de tierras seguid por el curaca de Frias Don Juan Yaguana sobre la posesión del sitio denominado Timbe se cita a Cristóbal Flores como “ ...cacique del pueblo de Frías , capas en idioma castellano...”, a Juan Roña natural de Frías de la parcialidad de Chinchara; Tomas Tapia Vietma de palacios indio del pueblo de Ayabaca, Antonio yaguana Indio principal de la guaranga de Usúa (Saywa) y Chalaco reducida en el pueblo de San Andrés de Frias; todos testigos del dicho Juan yaguana. En la declaración de la toma de posesión del sito a favor de Juan Yaguana se cita :

“En el citio y parage de Tingue, que es donde se juntan las quebradas que en lengua del Ingá si se llama y corrupto en timbe, en diez y nueve días del mes de agosto de mil seiscientos y treynta y cuatro años, Yo Don Diego de Saavedra Masias Coello, juez nombrado por el real y superior gobierno de este reyno para la ejecución de lo mandado.... viene al referido citio”

Don José de Luvian otro testigo señala la existencia de “Timbe” que “en lengua del Ingá es la junta de dos ríos”

El pleito fue continuado, puesto que en un memorial fechado en lima el 11 de febrero de 1725 el procurador general de Naturales Don Fernando Dávila expresa que :

En nombre de Don Diego yaguana y nieto de Juan yaguana dice = que el dicho Juan de yaguana Sarango , su abuelo compro los citios y tierras nombradas Chapillica [Sapillica] y Guacan en que comprende el paraje nombrado Timbe y en esta conformidad el suplicante y sus descendientes los han poseído de muchos años desta parte sin contradicciones de persona alguna

Este documento indica el conocimiento del idioma quechua por parte de los indios testigos de Chinchara, Frías, Usúa, Ayabaca , Guacan y por los hacendados Don Diego de Saavedra ( de Pillo) y Nicolás Antonio de Ribera (De Cacaturo y Guacan) , españoles y vecinos de la región ayabaquina.

Interesante resulta el topónimo Timbe denominado así y que según se conoce, es derivación de Tingue que es “donde se juntan las quebradas en lengua del inga”. En quechua Cajamarca – Cañaris Tinkuy significa “confluir, juntarse” (Quesada,1976:149). Ello nos informaría la sub dialectizacion del quechua en la región donde la “k” es reemplazada por “b” y “g”. Igual sucede con el topónimo Sapillica (distrito de Ayabaca) que en 1634 se llamaba Chapillica, (Chapi o Shapi : demonio en quechua. Chetilla, Cajamarca) y Guacan derivo en Huacas.

Tras doscientos años después de la conquista el quechua en la sierra de Piura aun continúa hablándose. Así, hacia 1783 el párroco de Huancabamba Dr. Buenaventura Ribon Valdivieso al describir el genio de los indígenas de Huancabamba y anexos, los define como:

Pusilánimes, maliciosos, litigantes, sin verdad... Hablan todos la lengua castellana y verrean [hablan desentonadamente, mascullan] la Inga [el quechua] solamente entre ellos pero con los blancos se explican siempre en el idioma común.”

No sabemos a ciencia cierta si la lengua denominada “Inga” corresponda al quechua o al idioma natural huancapampa, pero lo cierto es que hablaban con mayor frecuencia una lengua no castellana en el campo como idioma común, y solo en el pueblo y anexos empleaban el castellano con los españoles, criollos y mestizos.

Pero no solo los indígenas hablaban el “inga” o quechua, lo hacían también los mixtos [mestizos] aunque no con tanta regularidad. Así lo señala el Párroco de Huancabamba cuando comenta que:

“Otros mixtos hay que residen en el campo separados de toda sociedad (...) los mas dellos o son hijos de indias o casadas con ellas. Todos hablan y entienden la lengua castellana y aunque los habitantes en el pueblo la entienden la lengua del inga , no la usan con la frecuencia que los del campo.”

La expresión citada destaca el hecho que en el pueblo de Huancabamba entienden el quechua y lógicamente la hablaban pero no con frecuencia. Solo así se puede entender la invocación hecha por el obispo Martínez de Compañón en su Auto para que se haga general la lengua castellana ( Anotar cita)

En aquellas zona cercanas a los valles costeros y los poblados hispanos como Chalaco en 1783 ya no se hablaba con frecuencia el quechua o alguna otra lengua natural. En el Plan del Anexo de Chalaco de 1783 se afirma que “... no hay otra gente que no sea mixta... son todos ladinos sin que jamás se halla introducido otro idioma que el castellano, nada adictos a los indios

Con todo parece que el quechua no fue el único idioma que se habló en la cuenca del Huancabamba; o al menos una variedad de este. Ramírez Adrianzen (1966) al describir la flora de Huancabamba menciona una planta medicinal como CUCHICHARA que dice que “ en lengua incaica significa yerba que recoge pulgas. Sirve para extinguirlas y bebida sirve para suspender el flujo de sangres y desinflama tumores

La significancia de este vocablo parecería ser: Cuchi : pulga y Chara : hierba, lo cual es improbable ya que en la mayoría de los diccionarios quechuas Piki es pulga . Este vocablo asemeja en su fonética al topónimo Chinchara o chinchachara.

Chara es también en quechua la denominación de una bolsa de cuero para llevar coca.

La interpretación errónea debe también relacionarse con el hecho de que el Padre Ramírez Adrianzen no hablaba ni conocía la gramática del quechua y tal parece que en sus informaciones respecto a la flora y fauna de su región recurrió a las interpretaciones que le hacían los naturales a sus preguntas. Este último hecho también denota que hacia el siglo XIX aun existía población que hablaba el quechua, o al menos una variante local de este.

LOS INTERPRETES INDIGENAS

 El Primer Diccionario de la Lengua - 1611- de Sebastián de Cobarruvias nos permite conocer las características de la función de este personaje:

Lengua: (p 739) El intérprete que declara una lengua con otra, interviniendo entre dos diferentes lenguages.

Interprete: (p 739-740) El que vuelve las palabras y conceptos de una lengua en otra, en el qual se requiere fidelidad, prudencia y sagacidad y tiene igual noticia de ambas lenguas, y lo que en ellas se dize por alusiones y términos metafóricos, mirar lo que en estotra lengua le puede corresponder.”

El primer contacto que tienen los españoles con población indígena perteneciente al llamado Tahuantinsuyo ocurre en 1527, cuando el piloto Bartolomé Ruiz, habiendo pasado la bahía de San Mateo avistó una gran balsa impulsada a vela donde “ venyan mas de veynte hombres” con rumbo hacia el norte. La balsa capturada era de mercaderes o tratantes naturales de Tumbes ( algunos opinan que eran mercaderes chinchanos) e iban a comerciar con otros pueblos del litoral ecuatoriano. Indudablemente estos tratantes” debían poseer conocimiento de la lengua de los pueblos con los que trocaban y comerciaban: los Puna, manta, Huancavilcas, Atacames, etc. Los españoles tomaron “ tres indios y los otros hechoslos asy mismo en tierra para que se fuesen y estos tres que quedaban para lenguas hizoles muy buen tratamiento y truxulos consigo”

Otra versión afirma que de la tripulación Bartolomé Ruiz llevo consigo “ seis personas para que aprendiesen la lengua de los españoles”

Estos comerciantes indígenas fueron rebautizados con los nombres de Felipillo, Martinillo y Francisquillo. Fueron ellos los primeros ladinos del nuevo estado. Sin duda que fueron ellos quienes tradujeron las conversaciones y averiguaciones con los indígenas de la Puna, Tumbes, Paita, Sechura y Lambayeque. Otro indígena que fungió de intérprete fue Juanillo, un indígena dado a Francisco Pizarra en la zona de Puerto Viejo (Actual Ecuador). A este interprete se refiere el cronista Pedro Pizarro cuando en el tercer viaje, estando Pizarro en la Península de Santa Elena “ los principales, a petición de Pizarro dieron un muchacho para que aprendiese la lengua”. El hecho de dar jóvenes para que aprendan el español llevaba también la intención de congraciarse con los “viracocha” para tenerle de su lado ante los apus incas y así de paso conocer las intenciones de los españoles.

Hacia 1532, estos jóvenes intérpretes ya habían asimilado el castellano pero este estaba lleno de interferencias y motoseado debido a la rápida y mala asimilación de la gramática y por la fusión con su idioma natural. Cada cual , en su momento, debió traducir al español noticias, informaciones dadas por los curacas u otro indio de la Puna, Caráquez, Tumbes, Poechos, Piura y de los pueblos de la sierra Piurana. Por ejemplo cuando Soto sube a Caxas y Huancabamba debió llevar a uno de estos interpretes. En ese lugar la lengua de interpretación debió ser la quechua.

Es posible que el papel que jugaron como interpretes se debiera también a su conocimiento no solo de su lengua natural sino también del quechua ya que los curacas gobernadores de Tumbes (Chilimasa), Poechos (Maizavilca) y el gobernador de Caxas se entendían a través del quechua. El conocimiento de las demás lenguas costeras se debió facilitar quizá también por su emparentamiento lingüístico.

Aquí hay que tomar en cuenta dos aspectos: primero que si los intérpretes conocían las lenguas de la osta septentrional y sus valles puede demostrarnos que en cierta medida habría cierto parentesco entre ellas y en segundo lugar que el quechua solo implico la lengua o idioma de relación entres las mismas por ser diferentes en algunos aspectos entre sí.

Ahora el conocimiento del quechua por los intérpretes debió ser el de la variedad costeña. El extinto historiador Juan José Vega (1982) afirmaba que el intérprete que actuó con el Padre Valverde en Cajamarca fue Martinillo. Este mismo interprete confiesa que :


Otro si: declaro que a el tiempo que el gobernador Francisco Pizarro vino a descubrir estos reynos , Maicabilca, cacique de chincha [otro nombre de Poechos] dio al dicho maques gobernador que esta en gloria a mi, el dicho Don Martín para la conquista de estos reinos y el dicho Don Francisco me recibió”.

La mayoría de cronistas por el contrario señalan que el interprete de aquella trágica tarde fue Felipillo de Poechos. Sea quien haya sido . lo cierto es que estos interpretes dominaban su lengua local y apenas el castellano y quechua, ello implico la tergiversación en las traducciones que hicieron.

Téngase en cuenta que Pizarro recibió embajadores suaristas estando en Poechos Huamán Mallqui Topa (Según Huamán Poma de Ayala) Urco Inca Ruen (según el Padre Oliva). Hernando de Soto se entrevisto en Caxas (Ayabaca) con un embajador de Atahualpa Titu Atauchi ( Garcilaso, 1617), Maica Huillca (Vega, 1969) Huayna Huisa (Leon Portillo 1964) o Huayla Huisa ( Wachtel 1971); en estos encuentros los intérpretes que conocían el quechua norteño debieron traducir al castellano frases, palabras del quechua central o sureño, que si bien no son del todo distinto, algunas palabras no poseen el mismo significado en determinados contextos. Además debió influir en ellos la variedad léxica o rasgos fonológicos y gramaticales personales de cada intérprete.

Los intérpretes conocían pues no solo su lengua materna (tumbesina o tallan) sino también el quechua. Pero, ¿qué tipo de lengua natural conocían de los curacazgos de la sierra piurana?. Indudablemente que aquí se hablaba el quechua el cual había sido introducido desde tiempos pre incas, pero sobre la lengua natural Ayahuaca o huancapampa no se tiene noticia.

Con todo queda claro pues que los intérpretes sean quienes hayan sido participaron en las primera traducciones, sirvieron al propósito de brindar información acerca el territorio, la política, y las riquezas de las naciones que conformaron el Estado Inca. Más allá de su inadecuada pronunciación, formulación inadecuada de la gramaticalidad hispana y las interferencias de su lengua materna; fueron ellos quienes iniciaron el mestizaje lingüístico en nuestro territorio.

Producida la conquista hubo necesidad de los intérpretes que acompañaron a los sacerdotes en la doctrina y catequización de la masa indígena En una carta Real firmada por la reina y fechada en Madrid a febrero de 1536 manda que :

por necesidad de una destas lenguas para predicar e industriar a los naturales desa tierra en las cosas de nuestra santa fe catholica, Yo, vos mando que luego que veyas entregueys al dicho obispo [Fray Vicente de Valverde] uno de los dichos tres indios lenguas para que le tenga consigo para el dicho efecto”.

También se les necesitó en la mayoría de los casos para las gestiones y procedimientos administrativos propios de los cabildos en las ciudades españoles. Así, para la región piurana, en 1572 se hace uso de interpretes al Visitar la encomienda de Sechura gobernado por aquel entonces por Doña Isabel Capullana. La visita fue para reconocer la población de indígenas tributarios de dicha encomienda.

se mando juntar a los indios del repartimiento d Sechura ... por lengua o interpretación de Don Juan Chunga, cacique e indio ladino titulo en nuestra lengua les fue hecha la plática y exhortación según se hizo a los indios de tangarara y castillo que es de la susodicha e siendo preguntado a los indios de Sechura que parcialidades había en el dicho repartimiento , dijeron que habían dos parcialidades de las cuales es cacica principal la dicha doña Isabel capullana que vive en ella por oy , y la parcialidad de la Muñuela...”

Además :

hecha la visita.. el dicho señor visitador general por la dicha lengua e interpretación apercibió e mando a la dicha Isabel capullana e principales si tienen mas indios que visitar los visiten... los quales dijeron que no tienen mas indios que visitar

Esta información permite conocer como todavía en los pueblos prehispánicos de Piura aun no se había introducido el castellano y como algunos curacas se habían aculturado a través del idioma. Ello se hace evidentemente en una zona fuertemente independiente como la sechura, que se distancia por ciertas particularidades de la Catacaos y Colán.

Hacia 1613 en documentos administrativos sobre un pleito entre componentes de la familia Mesocoñera de Catacaos se nombra como interprete

“ a Bartolo fiscal de esta ciudad yndio ladino y lenguaraz en la lengua tallana de el pueblo de Catacaos y en la general del ingá , y de satisfacción y confianza y pidió a el dicho alcalde le aya por nombrado y mande que haga juramento necesario”


Nótese como este interprete no solo conoce la lengua Catacaos sino también el quechua (lengua general del ingá). Está claro también como se distingue la lengua tallana del pueblo de Catacaos, lo que denota la existencia de otras variedades dialectales en otros pueblos.

En 1644 durante el juicio de residencia seguido a Don Fernando de la Riva Agüero y su primo Antonio , corregidor y Justicia Mayor de la ciudad de Piura, se nombra por interprete a :

Juan redondo , que reside en esta ciudad de la encomienda de Don Diego de Silva , y a Martín Heredia asimismo residente en ella natural que dijo ser de chachapoyas, ambos indios ladinos en lengua castellana y en la general del inga y el dicho Joan Maldonado en la materna de los naturales de esta ciudad y de los pueblos de su contorno...”

Aquí se anota que no solo existía una diversidad o variedad dialectal tallan hablada en Catacaos y en otros pueblos diferentes a Sechura y Colan y la lengua quechua existente en Catacaos se debía a que allí habían sido reducidos población perteneciente al Tambo real de Poechos. Lo curioso es el origen de los lenguas : Chachapoyas, lo cual estaría evidenciando que en la región de Poechos, Tangarara habrían mitmas chachapoyas. Lorenzo Huertas ( 1995) noticia la existencia de un grupo mitma Cañarí en Narihuala.

Ese mismo año ( 1613) se nombra por interprete para que intervenga a Don Juan Ucacha , cacique de Poechos reducido en Catacaos :

“...Y nombro por interprete a Juan Ucacha , indio del pueblo de Catacaos del repartimiento de Poechos de la Corona Real por ser como es indio ladino e de razón que sabe la lengua tallana”

Este dato refuerza y evidencia que en la zona de Poechos – Tangarara hablaban el tallan al igual que en Catacaos ; ello ampliaría el marco geográfico dado por Alfredo torero al definir las áreas lingüísticas tallan.

En ese mismo documento se informa la existencia de una mujer de la cual “no se sabe el nombre de pila mas que en lengua tallana se llama Mispai”

En 1734 , en un pleito seguido por las tierras de San Clemente (actualmente en La Unión) entre los pobladores de Sechura y Juan Santiago Achutegui aparece presente un “pregonero indio” que pregonaba la venta de las tierras de La Muñuela :

“En la plaza publica por voz de Domingo Guanca , indio ladino en lengua castellana que hace oficio de pregonero en altas e yntelejibles voces ...”

Las referencias al quechua en el valle del Bajo Piura obedece a la presencia de poblaciones mitimaes de Poechos reducidos en Catacaos, por el grupo mitma cañari asentado en Narihuala . Rostworowski (1982) destaca la presencia de mitmas quechuas en Huaura , una parcialidad adscrita a los pueblos de Colan lindante con Sechura.

Queda claro pues que los curacas son quienes otorgan muchachos para que actúen como intérpretes, los mismos curacas mascullan el castellano aculturizandose tempranamente y es a través de ellos que se configura de a pocos el dominio y la presencia del español en las comunidades indígenas contribuyendo así, a la rápida extinción de las lenguas locales Catacaos , Colán, Sechura; en esta ultima área la lengua se mantuvo hasta muy entrado el siglo XVIII , pues los sabios españoles Antonio Ulloa y Jorge Juan en 1740 haciendo pascana en Sechura la describen como una lengua común y la diferencian de las tallan y demás lenguas conocidas.

Sus indios moradores usan distinta lengua, que la común de Loja demás pueblos tanto de Quito, como de lo referente al Perú y esto sucede frecuentemente en lo formal de la lengua, pero en el acento; porque además de prorrumpir las voces en tono, como canto triste, comen la mitad de las palabras finales, como si les faltase respiración para concluirlas

Para el caso de la sierra de Piura los intérpretes actúan también en litigios y pleitos administrativos habiéndose seguido su presencia hasta 1734 en la sierra de Ayabaca. Pero ello es otra historia dentro de otro contexto.



EL PROCESO DE EXTINCION DE LAS LENGUAS NATIVAS DE PIURA

Un conquistador domina un territorio y con el suceder del tiempo, su cultura cuasi se impone en la población local; pero este modelo no siempre es exacto en su desarrollo. Al choque cultural le siguió el consiguiente cambio lingüístico que significo el desplazamiento de las lenguas locales Catacaos , Colan , Sechura, Huayacuntu y Huancapampa por el idioma pan andino (quechua) y el europeo (Castellano).

Al parecer las lenguas locales no mostraron una actitud permeable frente a los préstamos de otras lenguas que se le impusieron violentamente (Quechua - Castellano) de haber sucedido lo contrario podrían haber sobrevivido.

Postulamos posibles etapas que le sucedieron la extinción de las lenguas nativas de Piura.

Primera Etapa : Siglo XVI.

Tras la llegada de los españoles en 1532 las lenguas locales constituyen idiomas circulantes entre los diversos curacazgos, donde la comunicación entre las mismas a pesar de difieren en ecosistemas es factible, gracias a la interacción comercial y en algunos casos por el parentesco de origen como ocurrió con el Catacaos y el Colán, Ayahuaca y palta, etc.

Los curacazgos en esta primer etapa mantienen sus lenguas naturales. El quechua impuesto con la dominación inca dejase de hablar en la población común, limitándose su uso a los enclaves mitmas. Las lenguas locales se constituyen en “idiomas de adentro”, de resistencia política y cultural.

La encomienda como concesión real consistía en repartir un grupo de familias indígenas a un español, lo cual le daba el derecho de percibir el tributo de los indígenas y otorgaba al español el deber de proteger y velar por la instrucción religiosa. En Piura existieron 29 encomiendas con 3557 tributarios. Con la encomienda se perturba y fracciona los antiguos curacazgos. Caxas, por citar un ejemplo se divide en dos encomiendas: una en poder de Juan de Saavedra (Caxas) y la otro otorgada a Gonzalo Grijera (Serrán).

Las encomiendas agrupan a los indígenas en acción solidaria entre si mismas. El encomendero se posesiona de curacazgos completos y organiza un sistema de control mediante mayordomos, interpretes y peones coercitivos o grupos de defensa de sus interese.

El idioma local es el “idioma de adentro”, la lengua intima, y el castellano es el “idioma de afuera” que sustituye al quechua en esa categoría. Solo algunos hablan o “verrean” el castellano: los intérpretes indígenas (llamados ladinos) que conocen el habla local y lo mezclan con su modelo gramatical hispano.

Estos intérpretes tenían cierta interferencia lingüística propia del idioma de origen, el idioma comercial y el idioma foráneo y novedoso que representaba el castellano. Además poseen ciertos beneficios respecto a la masa indígena popular. Adquieren con ello ciertas preeminencias y status social al entorno de la encomienda.

Poco a poco los intérpretes o “indios ladinos” se convierten en propagándizadores del “idioma de afuera” al interior de la comunidad indígena.

Segunda etapa : Las reducciones

El virrey Toledo ordena las reducciones de indios. En Piura se llevan a cabo esta tarea reduciendo a diversos grupos indígenas en Catacaos, San Martín de Sechura, San Andrés de Frías y San Pedro de Huancabamba. Las reducciones implican no solo la mezcla de etnias de diferentes ecosistemas, sino también, implicó la mezcla de idiomas disímiles entre si. Ello crea una confusión lingüística en primer instancia, ya que no todos poseen la capacidad de comunicarse y entenderse en su “idioma de adentro” con otros “idiomas de adentro”. El quechua como “idioma de afuera” pudo constituirse en un primer momento en el idioma de relación.

Tras el periodo inicial de confusión lingüística, la masa indígena ve la necesidad de aprender el castellano para poder comunicarse con los demás y entender a los mayordomos y a los encomenderos.



El castellano “entra” a la comunidad ( la reducción) y funciona en contextos formales como la iglesia, la doctrina o el sacerdote que catequiza, el curaca que se aculturiza, el interprete “lenguaraz” que transmite ordenes, bandos, que apoya a los visitadores etc. El castellano ya no es el “idioma de afuera”. Las lenguas locales funcionan como “idioma familiar” de cohesión étnica , mas ya no como “idioma de relación” o de comunicación Inter étnica.



La iglesia juega un papel importante en esta etapa. Desde la celebración del I concilio Límense ( 1551) y los posteriores de 1567 y 1583 se recomienda y ordena a los sacerdotes el elaborar cartillas y catecismo en lenguas locales y el quechua, a fin de que estos se conviertan en instrumento indispensable para la catequización y cristiandad de los naturales. El Concilio Diocesano Quítense de 1593 ordeno los sacerdotes y doctrineros el elaborar catecismos en lenguas de los llanos, Atallanas, cañarís, Puruha, de los Pastos y Quillacingas.


Tercera Etapa : Siglo XVII – XVII

Las lenguas locales empiezan a funcionar como símbolo d identidad étnica. Aun así, el castellano va adquiriendo fuerza mezclándose con las lenguas locales, proceso que incluía prestamos lingüísticos de uno y otro lado. Se inicia un proceso rápido de castellanización y aletargamiento en las lenguas locales, al menos, ello es notorio en el ámbito o perímetro urbano de las reducciones y poblados hispanos y haciendas. En el área rural aun se mantienen los idiomas nativos aunque solo al interior de la comunidad, ya que cuando ingresan al pueblo hispano emplean el castellano deformado y lleno de giros idiomáticos propios de sus lenguas de origen.

La Hacienda se convierte en el centro de dominio indígena. Estaban ubicadas en el Alto Piura y la sierra mayormente.

Durante los siglos XVII – XVIII, las encomiendas poco pobladas fueron desmembradas y penetradas por colonos hispánicos, consolidándose el sistema de Hacienda o estancia (Schulpman 1988). En la hacienda confluían yanaconas, mitayos, esclavos negros y jornaleros indígenas.

En esta etapa la masa indígena entra en una etapa de interferencia lingüística. El motoseo es común. Ya no hablan ningún idioma de manera adecuada. Ello es producto de procesos sociolingüísticos y psicolingüísticos de desprecio, humillación y acomplejamiento del nativo respecto a su propio idioma. Este acomplejamiento depende de factores socioculturales como el contacto del nativo hablante con personas de importancia para el. (El “other significant” a decir de Coombs, 1992) que desprecian su idioma materno. Este proceso fue mucho mayor en los valles costeños donde estaba instaladas las reducciones y poblados de indios y donde además se concentraba el poder político administrativo y económico hispano.

En algunas zonas alejadas de los cetros urbanos hispanos (Piura, Sechura, Paita, etc.) el aislamiento geográfico o social funciono como una defensa contra la influencia lingüística. Este podría ser el caso del nativo hablante de la sierra de Piura (Ayabaca y Huancabamba) que todavía hacia finales del siglo XVIII hablaban el quechua en su entorno familiar y comunal. Esto es reconocido incluso por los propios españoles que reconocen y asimilan vocablos naturales en sus diálogos y actos administrativos.

Cuarta Etapa : Siglos XVIII – XIX

Hacia finales del siglo XVIII y la mitad del XIX las lenguas locales en los valles costeños se dejan de hablar. Richard Spruce logra recopilar 38 vocablos yungas en 1864 de labios de una anciana en Sechura, Etén o Morropé.) y se extingue quedando algunos hablantes nativos aislados, mientras que las nuevas generaciones indígenas asumen el castellano castizo como su lengua materna. Este castellano es mal pronunciado y con una entonación que conserva la tonalidad de la lengua prehispánica. En las áreas andinas (Ayabaca y Huancabamba) subsiste el quechua (el Inga), el idioma natural quedó en el olvido, incluso los contacto con las etnias amazónicas.

Así, el “idioma de afuera” (El castellano) se convierte en el “idioma de adentro” y su influencia es notoria en todas sus actividades.

BIBLIOGRAFIA

Adellaer, Willen. F.H. “En pos de la lengua culle”. En. Cerrón palomino, Rodolfo et al. Temas de Lingüística Amerindia; primer Congreso nacional de Investigaciones lingüísticos filológicas. Lima, CONCYTEC.1990.pp83-106.

Aldana Rivera, Susana . Diez Hurtado, Alejandro.”Balsillas, Piajenos y Algodón”. Procesos históricos en Piura y Tumbes. Lima. CIPCA Tarea. 1994.164p.

Arrizabalaga, Carlos.: ¿Un catecismo tallan? La evangelización en lenguas indígenas en Piura a finales del Siglo XVI. En: Evangelización y vida Eclesial en Piura Siglos XVI y XVII. UDEP, Piura 2008.(39-66)

Astuhuaman Gonzales, Cesar W. “Las Provincias Incas en la sierra de Piura”. Tesis. (s/e) Lima. 1998. 265 pp.

Bernex de Falen, Nicole y Revesz, Bruno. “Atlas Regional de Piura”. Lima CIPCA PUC¨P,1998

Camino, Lupe. “Cerros, Plantas y lagunas poderosas, La medicina al norte del Perú”. Lima CIPCA, 1992.

Cerrón Palomino, Rodolfo. “Notas para un estudio científico de la toponimia quechua”. En: San marcos. Revista de Artes y ciencias. Lima, 1976.pp.189-211.

Cobarruvias, Sebastián de Tesoro de la Lengua Castellana o Española, Primer Diccionario de la Lengua -1611-, Ed. Turner, Madrid, México 1984

Coombs Linch, David. “Procesos de intercambio e influencia mutua entre el quechua y el castellano en Cajamarca”. Instituto Lingüístico de verano. Versión Condensada Universidad nacional de Cajamarca. 1992

Cruz Villegas. Jacobo. Ccatac Ccaus: historia de una comunidad indígena”. CIPCA , Piura 1980

Cuesta, Martin. SJ. “Jaén de Bracamoros” .Studium. Tomo II. Lima 1984.50-51.

Garcilaso de la Vega, Inca. “Comentarios Reales de los Incas”. Buenos Aires,1959

Guffroy, Jean, Kaulicke, Peter y Makoswki, Krzysztof. “la prehistoria del departamento de Piura: estado de los conocimientos y problemática”. En: Boletín del Instituto Francés de estudios andinos. Lima. Tomo(18) 2. 1989.pp.117-142.

Hocquenguem, Anne Marie. “Los Guayacundos de Caxas y la Sierra Piurana Siglos XV y XVI”. Lima. CIPCA-IFEA.,1989.200p.

Huertas, Lorenzo. “Patrones de asentamiento poblacional en Piura (1532-1850)”. Boletín del Instituto Francés de estudios andinos. Lima. Tomo(25) 1. 1996.pp.91-124.

Lecuanda. Descripción de los Partidos del obispado de Trujillo. Partido de Piura”. Antiguo Mercurio Peruano. (Pub. De A. fuentes). Baylle,1861.

Lumbreras, Luis G. “Arqueología de la América Andina”. Editorial milla Batres. Lima, 1981.273 pp.

Martin Cuesta, Jose.PSJ. “Jaén de Bracamoros: historia Siglos XVI”. Tomo II. Librería Studium. Lima, 1984. 678 pp.

Mendoza Palacios, Rudy. A. “Los Incas el Quechua en Piura”. Universidad nacional de Piura. Piura,1993.181 pp.

Moya Espinoza, Reynaldo. Breve Historia de Piura: La conquista”. Piura. Colección Sec. CYDES. Concejo Provincial de Piura. 1994. 380pp.
Palacios, Rosa, Morales, Juan. “Catastro arqueológico de la provincia de Huancabamba”. En: “Arqueología Piurana”. Universidad Nacional de Piura. Instituto Regional de Cultura.UNP.1992. pp.99-118

Paucar Pozo, José Ignacio. “Ensayo Monográfico de la Provincia de Ayabaca”. Lima. Industrias Graficas Ingeniería. 1980. 308p.

Polia Meconi, Mario. “Los Guayacundos Ayahuacas: una arqueología desconocida” Lima. PUCP.1995.422pp.

Porras Barrenechea, Raúl. “Cedulario del Perú”. Siglo XVI-XVII ( 1534-1538) 1948: 131. Lima

Ramírez Adrianzen, Justino. “Monografía de Huancabamba: Historia, geografía y Folklore”. Lima. Imprenta del ministerio de hacienda y comercio. 19666. 349 pp.
Ramos Cabreo de Cox, Josefina. “Tallan”. En: Mercurio Peruano. Revista mensual de Ciencias Sociales y Letras. Lima 39.Enero, 1958.pp.18’34.

Shady Solís, Ruth. “La arqueología del Norte Peruano”. En: Muelle, Luis. Rodríguez, Humberto. Editores. “I y II Seminario de Investigaciones sociales en la región norte”. Lima. CONCYTEC. 1987. pp.71-91.

Taylor, Gerald. “La lengua de los antiguos Chachapoyas”. En. Cerrón palomino, Rodolfo et al. Temas de Lingüística Amerindia; Primer Congreso nacional de Investigaciones lingüísticos filológicas. Lima, CONCYTEC.1990.pp121-129.

Taylor, Anne Christine. “Les paltas, les jivaros andins precolombiens a la lumiere de letnographie contemporaine”. En: Boletín del Instituto Francés de estudios andinos. Lima. Tomo(20) 2. 1991.pp.430-460

Torero, Alfredo. “Deslindes lingüísticos en la costa norte peruana”. En : Muelle, Luis. Rodríguez, Humberto. Editores. “I y II Seminario de Investigaciones sociales en la región norte”. Trujillo1984, Cajamarca 1986.Lima . CONCYTEC. 1987. pp.111-135.

Torero, Alfredo. “Áreas toponímicas e Idiomas en la sierra norte peruana: un trabajo de recuperación lingüística” En: revista Andina. Cusco. Año 7. 1989. Pp.217-257.

Torero, Alfredo. “Lenguas del Nororiente peruano: la Hoya de Jaén en el siglo XVI” En: revista Andina. Cusco. Año 11. 1993. Pp.447-472.

Vega, Juan José. “Pizarro en Piura” . Piura. Colección Sec. CYDES. Concejo Provincial de Piura. 1993. 371pp.

Vreeland , James V. Presencia histórica de Lambayeque (1985) En: Cesar Toro Montalvo. Antología de Lambayeque . CONCYTEC, 1986. pp.460-466.

Zevallos Quiñones, Jorge. “Toponimia preincaica en el norte del Perú”. Lima (s/e).Serie Estudios Yungas. Nº 01. 1944. 47 p.