lunes, 29 de diciembre de 2025

LENGUAS PREHISPÁNICAS DE PIURA un análisis comparativo desde el modelo mochica

 

Lenguas prehispánicas de Piura

un análisis comparativo desde el modelo mochica

 

Rudy Mendoza Palacios

Piura, diciembre, 2025

Resumen

Las lenguas habladas históricamente en Colán, Catacaos y Sechura constituyen uno de los conjuntos lingüísticos menos estudiados del norte del Perú prehispánico. Conocidas principalmente a través de vocabularios coloniales fragmentarios, estas variedades —frecuentemente asociadas al ámbito tallán— han sido objeto de interpretaciones diversas y, en muchos casos, especulativas. El presente artículo propone un análisis comparativo de dichas lenguas tomando como referencia tipológica al mochica (muchik), una lengua vecina mejor documentada, con el fin de identificar convergencias fonológicas, morfológicas y semánticas atribuibles a procesos de contacto y a la pertenencia a un área lingüística costera común.

 Introducción

La costa norte del Perú prehispánico fue escenario de una intensa interacción cultural, económica y lingüística entre diversos pueblos asentados entre los valles, el litoral y el desierto. En este contexto, lenguas hoy extintas como las registradas en Colán, Catacaos y Sechura desempeñaron un papel fundamental en la articulación de redes sociales y productivas. Sin embargo, la falta de documentación gramatical sistemática ha limitado su análisis histórico.

 Frente a esta limitación, el enfoque comparativo areal permite analizar dichas lenguas en relación con sistemas lingüísticos vecinos mejor conocidos. El mochica, hablado ampliamente en la costa norte hasta el período colonial temprano, constituye un referente adecuado por su cercanía geográfica, su influencia cultural y su documentación relativamente abundante.

 El mochica como modelo tipológico regional

 El mochica presenta características tipológicas bien definidas. Su sistema fonético incluía seis vocales, una de ellas no presente en el castellano, con contrastes de longitud vocálica. La estructura silábica predominante era de tipo CVC, con raíces mayoritariamente monosilábicas y fonemas considerados “fuertes” o ajenos al sistema fonológico español.

Desde el punto de vista morfológico, el mochica era una lengua aglutinante, con un uso extensivo de sufijos que se encadenaban de manera secuencial para expresar relaciones gramaticales complejas. Asimismo, poseía un sistema de casos particular, una marcada distinción entre sustantivos poseídos y no poseídos, y el uso de clíticos para señalar personas gramaticales y funciones discursivas. En el plano léxico, destacaba la presencia de clasificadores numerales no prototípicos.

 Estas características convierten al mochica en un referente idóneo para evaluar similitudes tipológicas en lenguas vecinas menos documentadas.

 Rasgos fonológicos comparables en Colán, Catacaos y Sechura

 El análisis de los vocabularios coloniales de Colán, Catacaos y Sechura revela la presencia recurrente de raíces breves y semánticamente densas, tales como jum (pez), yup (agua), nap (sol) o morot (fuego). Esta preferencia por formas cortas es compatible con una estructura silábica del tipo CVC, similar a la documentada en mochica.

 Asimismo, la variación gráfica observada en las fuentes —uso de diéresis, duplicación vocálica o signos diacríticos— sugiere que los escribanos intentaron representar sonidos no existentes en el castellano, lo que indicaría sistemas fonológicos más complejos que los reflejados por la ortografía colonial. La presencia de nasales palatalizadas, grupos consonánticos inusuales y secuencias como -cchi o -chim refuerza la hipótesis de lenguas con articulación robusta y fonemas distintivos.

 Morfología y estructura gramatical: inferencias posibles

 Aunque no se dispone de descripciones gramaticales completas para las lenguas prehispánicas de Piura, ciertos patrones léxicos permiten inferir una tendencia hacia estructuras sintéticas. La presencia de sufijos recurrentes en términos de parentesco y en nombres corporales sugiere procesos de derivación y posiblemente de marcación posesiva, rasgo también central en mochica.

 De igual modo, algunas formas verbales extensas parecen reflejar encadenamientos morfológicos, lo que podría indicar el uso de partículas o clíticos, aunque su función específica no puede reconstruirse con certeza. En conjunto, estos indicios permiten descartar que se tratara de lenguas aislantes simples, y apuntan más bien a sistemas morfológicos de complejidad media a alta.

 Léxico, categorización del entorno y convergencia areal

Uno de los rasgos más llamativos del mochica es su sistema de clasificadores numerales. Si bien no se conservan numerales completos en Colán, Catacaos y Sechura, el léxico disponible muestra una categorización fina del entorno natural. La diferenciación entre agua de río, agua de mar y lluvia, así como la precisión terminológica para elementos climáticos y marinos, sugiere una organización semántica sofisticada, coherente con modos de vida costeros. La presencia del fenómeno del Niño es también concurrente en la memoria del poblador prehispánico.

 Estas coincidencias deben entenderse menos como evidencia de parentesco genético directo y más como resultado de una prolongada interacción regional, donde el contacto lingüístico y cultural favoreció la convergencia tipológica.

 Discusión: ¿familia lingüística o área lingüística costera?

 Desde una perspectiva metodológica rigurosa, no es posible afirmar que las lenguas de Colán, Catacaos y Sechura formen parte de la familia mochica. Sin embargo, la acumulación de rasgos compartidos permite plantear la existencia de un área lingüística costera norteña, caracterizada por:

·       estructuras silábicas compactas,

·       fonologías no castellanas,

·       tendencia a la aglutinación,

·       y una semántica estrechamente ligada al entorno marítimo.

Este escenario es coherente con modelos de interacción prehispánica documentados arqueológicamente y con la movilidad constante entre valles, litoral y desierto.

 Conclusiones

 El análisis comparativo presentado sugiere que las lenguas de Colán, Catacaos y Sechura comparten con el mochica una serie de rasgos tipológicos que pueden explicarse por procesos de convergencia areal y contacto prolongado. Más que lenguas aisladas o sistemas rudimentarios, estas variedades formaron parte de un complejo mosaico lingüístico costeño, hoy en gran medida desaparecido.

 La recuperación y análisis crítico de estos fragmentos lingüísticos no solo contribuye a la lingüística histórica del Perú, sino que también permite revalorizar la diversidad cultural y cognitiva de las sociedades prehispánicas del norte andino.

 Referencias

Cerrón-Palomino, R. (1994). Quechua sureño: Diccionario unificado. Biblioteca Nacional del Perú.

Cerrón-Palomino, R. (2000). Lingüística andina. Centro de Estudios Regionales Andinos Bartolomé de Las Casas.

Hovdhaugen, E. (2004). Muchik: The Mochica language of Peru. Lincom Europa.

Torero, A. (2002). Idiomas de los Andes: Lingüística e historia. Instituto Francés de Estudios Andinos.

Rostworowski, M. (1981). Etnia y sociedad: Costa peruana prehispánica. Instituto de Estudios Peruanos.

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